Nuevo hogar y conciencia

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Después de pasar tanta ansiedad y sufrimiento, Fuutarou finalmente está tranquilo.

Ha reconocido perfectamente a las quintillizas disfrazadas de Rena, sin el menor atisbo de dudas o dificultad. Está más que demostrado el amor que siente el frutas por sus quintidiosas.

Y lo mejor acaba de empezar, las chicas se han independizado. Quieren empezar de cero junto a su amado. El chico está que no cabe en sí de gozo y alegría. Es una gran oportunidad para conocer mejor con sus novias, para el futuro.

Ahora nadie podrá denigrar lo que sienten.

Vamos a ver cómo están viviendo los seis enamorados.

Fuutarou

Hacía tiempo que no me sentía tan tranquilo.

Aún no puedo creer que esté viviendo con mis cinco hermosas novias. Es como un sueño hecho realidad.

Me sabe mal por dejar sola a Raiha durante más tiempo. Pero esto es algo que debía hacer para estar con ellas y ser feliz. Además, tanto ella como mi padre han accedido a esta idea. Tengo que darle las gracias a Kai por proponerla.

Pasé mi primera noche en nuestro nuevo hogar, era sorprendentemente grande para los seis. Dormimos todos en un gran futón, las chicas lo compraron para dormir los seis juntos. Al principio me parecía una idea algo precipitada, pero acabé accediendo. Quiero sentir el calor de las cinco más cerca.

El apartamento contaba con un baño con una bañera y regadera, con una pequeña sala de estar y una cocina. Doblaba en tamaño a la casa de mi familia.

No tardaré mucho en adaptarme. 

Al día siguiente, fuimos los seis juntos a clase. La mañana transcurrió con normalidad, había gente que nos miraba bien, mal, neutrales... Pero tampoco nos dijeron ni una palabra.

Al terminar las clases, volví por mi cuenta a casa para recoger algunos bártulos y llevarlos al apartamento. Ahora vivo con cinco chicas, voy a necesitar algunas cosas más.

Me resulta difícil dejar la casa donde he vivido toda mi vida, pero ya tengo 18 años. Es hora de actuar como un adulto.

Al llegar, Raiha me recibió con las cosas ya empacadas. 

Raiha: ¡Bienvenido, onii-chan! Ya está todo listo - me señaló la maleta -

Fuutarou: Gracias, Raiha - le agradecí -

Raiha: (...) - mi hermana guardaba silencio mantenía la cabeza baja - 

Fuutarou: ¿Qué tienes, hermanita? ¿Te pasa algo? - le pregunté algo preocupado -

Raiha: No es nada... Aún me cuesta aceptar... que ya no estarás aquí. - se sinceró conmigo, la abracé -

Fuutarou: Lo siento... - dije algo triste - Decidí dejar el nido. Y ahora que he encontrado la felicidad, quiero ir tras ella.

Raiha: Lo sé... Pero estoy aliviada. Sé que estás en buenas manos. Y ellas también... - dijo volviendo a sonreír -

Raiha: Sólo no olvides... Que papá y yo estaremos siempre contigo, apoyándote. Y que ésta, siempre será tu casa. - me sonrió como siempre -

Fuutarou: Gracias. ¿Estarás bien tú sola?

Raiha: No tengo que cuidar de ti, así que estaré bien.

Fuutarou: ¿Dónde quedó la Raiha sentimental? - dije algo mustio mientras me abotonaba la camiseta - Extrañaré un poco esto.

Raiha: Ahora tienes a cinco chicas que te cuidarán por mí - sonrió aún más - También extrañaré esto. Pero nunca lo olvides, este siempre será tu hogar.

Mis cinco novias, mi esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora