Merlin se revolvía en la cama, Arthur se había ido, Gwen le puso la regañiza de su vida y el abuelo se veía muy triste y preocupado antes de irse con Ulises sin decirle a dónde. Gwen tenía razón cuando decía que ella no era así, con Arthur había sido déspota y detestable, lo que en un principio se sintió extrañamente bien pero esa no era ella, era alguien más, alguien que vivía en sus sueños. De a poco fue cayendo en el letargo y se durmió.
—¡Me largo!
—No quiero que cambies, quiero que siempre seas tú.
La voz familiar inundó sus oídos y la reconfortó por un momento antes de que la gelidez de aquel lago le abrazara, el cuerpo inerte bajo sus narices le es familiar por eso teme y no se atreve a mirar pero se obliga y la escena le hace caer de rodillas, se le cierra la garganta y le hiela la sangre.
El dolor y el vacío en el pecho son desgarradores. Las lágrimas corren por sus mejillas. Que extraño, no recordaba quererle tanto pero el miedo a dejarlo ir es asfixiante.
Hace frío.
* * *
Arthur llegó a la mansión después de pensarlo mucho, Gwen le pidió paciencia y Percy le tachó de niña llorona. Lo cierto es que se había excedido, tenía razón pero no debió hablarle así, si hubiese sido a él los habría golpeado. Solo una cosa estaba clara, no iba a disculparse.Frente a la habitación lo pensó nuevamente antes de tocar pero no obtuvo respuesta, quizás siguía enojada. Al entrar no encontró el desastre del día anterior ni los dulces que había traído. Merlin aún dormía lo que le pareció extraño porque siempre le levantaba temprano. Se acercó y corrió las cortinas pero no recibió queja, en su lugar escuchó balbuceos. Se acercó a la cama y se sentó en el borde para averiguar qué sucedía.
—No quiero que te vayas—grita la chica con desesperación aferrándose al cuerpo—No puedes irte, no me dejes, por favor, no de nuevo—Llora, le sacude con fuerza y se desgarra la garganta—ARTHUR...
—Despierta, Merlin, despierta—Arthur agitaba los hombros de la pelinegra.
Merlin deliraba de fiebre y no despertó por mucho que el muchacho lo intentara. Arthur bajó corriendo y regresó con compresas frías que puso en su frente y bajo sus brazos. Pasó mucho tiempo antes de que de que la fiebre cediera. El rubio se quedó a su lado hasta que cayó en los brazos de Morfeo.
En los sueños de la pelinegra la anterior sensación de vacío fue reemplazada por una calidez reconfortante y familiar. Poco a poco abrió los párpados y su vista borrosa chocó con lo que parecía una sudadera blanca, con desconcierto elevó la mirada logrando enfocar el rostro de un Arthur acurrucado en una esquina de la cama. Merlin dió un respingo acompañado de un grito y accidentalmente empujó al rubio quien cayó al suelo con un ruido sordo.
Arthur se quejó de dolor y aún adormilado levantó la cabeza por encima de la cama.
—¡¿Qué demonios haces en mi cama, pervertido?!—exclamó la muchacha escandalizada.
—Ya te sientes mejor por lo visto—señaló el rubio poniéndose en pie.
—Es de noche otra vez, ¿qué pasó?—interrogó Merlin desconcertada.
—Tuviste mucha fiebre, no habías despertado en todo el día, incluso delirabas—contó Arthur.
Merlin fijó su vista en el agua y compresas sobre la mesita de noche.
—Intenté llamar a León porque Louise me dijo que no te gusta ir al hospital pero su teléfono estaba apagado.
—No había necesidad, la fiebre es psicológica también me pasaba de niña—explicó la pelinegra.
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Cuando nos volvamos a encontrar [Arthur/Fem Merlin]
FanfictionDespués de varios siglos Arthur y Merlin se vuelven a encontrar pero esta vez algo diferentes. *Personajes pertenecientes a la serie Merlin* Trabajo en colaboración con @Esme5112. Proyecto sin fines de lucro.