Enemies to Lovers. [AU:BeomHyun]

Siete.

Tal vez digan que lo que acaba de pasar parece ser un producto de la imaginación de TaeHyun y BeomGyu. Pero realmente no lo es.

Cuando TaeHyun decidió ayudar a Liz a su conquista, no pensó que literalmente pusiera en medio de la espalda y la pared a TaeHyun.

Y mucho menos que gracias a una puta bolsa en medio del camino de TaeHyun para darle de una vez por todas al estúpido BeomGyu su regalo; tal vez, sólo tal vez, TaeHyun no tendría sus labios pegados a los de BeomGyu.

¿Quieren saber cómo pasó?

Bueno.

Todo empezó un Viernes a las 6 en punto de la mañana con TaeHyun.

Ah se crean, esto será un contexto, para que no sea tan largo y sea de su agrado.

—¿Te volviste loca? —Preguntó TaeHyun casi gritando—. Me niego a hacer eso, no, no lo haré.

—Porfa, Tyun... —Suplicó—. Te prometo compensarlo, pero por favor, hazlo por mí...

—Liz...

—Tae...

Díganme ustedes si no es una tontería que tu mejor amiga, la enamorada, te pida a ti, su mejor amigo, darle un regalo de su parte al idiota, imbécil cara de sapo de su enamorado.

¡Es una cosa tan infantil!

TaeHyun no quería perder su dignidad, no, claro que no. Menos con el mono de BeomGyu.

Pero desgraciadamente eso estaba haciendo.

Voy a matarte luego de esto, Liz, lo juro.

TaeHyun se encontraba caminando hacía Choi con una caja en manos (decorada hasta el tope de cosas cursis por parte de Liz) que contenía muchas cosas dentro de ella. Entre esas, una declaración de amor.

Odio esto. Mantenme. Dios, ya no quiero ser tu mejor guerrero.

Es tan... Iug...

Cuando llegó a Choi, dejó la caja aún lado que pesaba y lo miró.

—¿Y eso? —Preguntó Choi incrédulo—.

—Una caja, dah. —Le respondió el otro—. No lo sé, solamente te la dejo.

—Espera, ¿por qué está decorada así?

—No lo sé. Pero parece vómito de Cupido. —Dijo—. Bye.

—¿Tú lo hiciste, enano azúl?

TaeHyun detuvo sus pasos y volteo hacia él:—¿Qué dijiste?

—Enano azúl. Mira tu pelo.

—Vuelve a decirlo y juro que te parto la cara.

—E-na-no a-zul.

—Ya valiste.

TaeHyun se subió las mangas de su suéter para ir hacía Choi, listo para pegarle.

Aunque fue en vano, porque cuando estuvo cerca de darle el golpe, terminó tropezando hasta caer encima de Choi y aún más impresionante, en sus labios.

Genial, completamente genial. Nada podía ser peor.

Definitivamente soy el hombre con menos suerte en la historia.

Ambos se quedaron pegados por unos cinco minutos hasta que TaeHyun reaccionó y se paró rápidamente de encima de Choi y se limpió los labios, escupiendo hacía otro lado.

BeomGyu seguía en el piso, con los labios entre abiertos y su respiración agitada. No se movía, estaba como una estatua.

TaeHyun lo miró:—Lo que me faltaba. Que te quedes como pollo muerto en el suelo. —Dijo—. Sabes que, mejor quédate así. No quiero verte. ¡¿Por qué no me detuviste grandísimo idiota?!