Perdida en Crepúsculo

Parte XVI

Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Estaba segura de tres cosas: Primero, no era un personaje de esta novela; segundo, posiblemente termine loca de remate y tercero, estaba perdida en crepúsculo.

Advertencia: todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: algunas frases originales del libro aparecerán en la historia.

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Inspirado en Going Under de Evanescence

El día siguiente estaba brumoso y oscuro, hoy Edward pasaría por Bella y yo tendría que buscar otro medio de transporte para llegar a la escuela, lance una mirada hacia la ventana y un Volvo estaba parqueado afuera, me pregunte si Edward estaba sosegado y sin pensarlo dos veces salí a la calle ajustando mi chaqueta, tanto la puerta del copiloto como la de la parte trasera estaban abiertas.

Vacile un poco y con pasos cautelosos me acerque al auto, respire profundo dos veces y comprobé que el clima estaba tan gélido que pescaría un resfrió, si abría la boca más de la cuenta, me detuve a unos centímetros y a una supervelocidad, Edward se detuvo con un seco freno.

— Hola —salude con los dientes apretados—, ¿Escuche que atrapaste a los tipos que pretendían atacarnos anoche?

— Si —contesto con un tono seco—. Estuve a punto de matarlos...

— Carlisle te detuvo —comente como si yo hubiera estado en la escena—. ¿Cómo estas?

Edward soltó una risita.

— ¿Me preguntas? —comento negando con la cabeza—, ¿Cómo sabes eso?

— Bien —vacile un poco—. Supuse que harías eso, también que Carlisle te acompañaría y no te preocupes Bella ni siquiera ve noticias. Espero que le den una condena larga, pobres mujeres que sufrieron en sus manos.

El vampiro me observo de forma profunda, mi corazón latió más de prisa, carraspee un poco y alce una ceja recordándole nuestros términos.

— No vuelvas hacer lo de anoche —comento Edward arrugando un poco el cejo—; enfrentarte con esos tipos fue una locura Hannah.

— Tú me dijiste que Bella iba ser mi obligación —recordé.

— Lo se —contesto frunciendo los labios—. Pero eso era antes, ahora Bella me importa mucho más y tú no estas obligada a nada, yo la protegeré.

— No siempre podrás hacerlo —comente—. Llegara un momento en que creerás hacer el bien, solo le harás más daño, no lo hagas sufrir mucho Edward.

Antes que pudiera objetar algo, unos pasos se acercaron a nosotros, Bella llego a nosotros con gesto de confusión.

— ¿Quieres dar una vuelta conmigo hoy? —preguntó Edward a Bella cambiando rápidamente su expresión a una divertida.

—Sí, gracias —acepto Bella asintiendo con algo de torpeza.

— Supongo que yo no puedo elegir —comente encogiéndome de hombros.

— En eso llevas mucha razón —dijo Edward sosteniendo la puerta de la parte trasera del Volvo—. No pienso quitarte los ojos de encima, ese tipo puede volver y es mejor estar precavidos.