Parte XXVII

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Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Estaba segura de tres cosas: Primero, no era un personaje de esta novela; segundo, posiblemente termine loca de remate y tercero, estaba perdida en crepúsculo.

Advertencia: todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: algunas frases originales del libro aparecerán en la historia.

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Inspirado en Taking over me de Evanescence.

Pestañee varias veces para convencerme que no estaba soñando, no era un sueño, Charles estaba plantado frente a mi, como tantas veces había soñado en Forks. Observe su rostro buscando algo diferente, pero todo era idéntico como lo recordaba, incluso ese gesto de sorpresa con que me observaba, era él, no había ninguna duda que era Charles Taylor.

Quise en ese instante arrojarme a sus brazos y decirle que ya estaba aquí, que había vuelto y que nunca más me volvería a ir; sin embargo, sus ojos eran tan diferentes, me observaba como si fuera la primera vez que me veía, como si no me reconociera, como si nunca hubiera entrado a su mundo.

— Charles —llamo una vocecita demasiado artificial—. Tu tía ya se esta comenzando a impacientar.

Lance una mirada más allá del hombro de Charles. Una mujer unas pulgadas más alta que yo, comenzaba a zapatear el piso con impaciencia, la conocía también, si le preguntabas ha alguien de la secundaria de East Side, quien era esa chica de cabello rubio largo y ondulado, de ojos azules y una figura de ataque, cualquiera te respondería: ¿Ella?, se llama Sally, es la capitana del equipo de porristas.

— ¿Qué tanto le ve a mi sobrino?, jovencita —dijo una mujer menuda y de cabello negro corto, la tía de Charles me observaba con furia.

— Nada señora —conteste enfrentándome a esos ojos negros que tanto me odiaban—. Disculpe.

— Vamos Charles —dijo Sally con un tono zalamero.

— ¿Qué esperas? —dijo la tía de Charles—. Estoy demasiado cansada y quiero llegar rápido a casa, andando.

La señora dio la espalda y se perdió entre la gente. Charles me seguía observando con curiosidad, Sally lo jalaba sin mucho éxito; él estaba clavado en el suelo, pero ya sabía que estaba ocurriendo ahí, los ojos me comenzaron arder, esto era imposible, no solo me bastaba con que James me persiguiera, sino que también comprobaba una vez más, que lo único que tenia en este mundo era a los Cullen.

— Te estas tardando demasiado —intervino Jasper tomando mi brazo.

— Perdón —dije tomando mi maleta para comenzar a seguirlo.

— ¡Oye! —grito una voz a mi espalda—. ¿Cómo te llamas?

Voltee para encontrarme con un Charles curioso y una Sally que estaba a punto de explotar de la indignación.

— Hannah James —conteste esbozando una sonrisa.

— Soy Charles, Charles Taylor —dijo Charles regalándome una sonrisa.

Jasper tomo mi mano y me jalo hacia la multitud que empezaba alejarse con sus maletas. Alice nos esperaba cerca de las escaleras eléctricas con los ojos cerrados, cuando los abrió me observo con escrutinio, nos subimos a la escalera y comenzamos alejarnos de la multitud que tomaba sus maletas, con un vistazo hacia atrás, contemple a un Charles que me decía adiós con el agite de una mano.

Perdida en CrepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora