Parte XXV

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Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Estaba segura de tres cosas: Primero, no era un personaje de esta novela; segundo, posiblemente termine loca de remate y tercero, estaba perdida en crepúsculo.

Advertencia: todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: algunas frases originales del libro aparecerán en la historia.

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Inspirado en The Dark Side de Freternia.

Quise dar un paso, para observar mejor los rostros de los vampiros o mejor dicho del vampiro que yo pretendía convertir en verdugo, pero el brazo de Emmett me empujo más hacia atrás como si pretendiera que yo pasara desapercibida, pero no lo haría, ni siquiera mi corazón era capaz de bombear más sangre, pretendía hacer el menor ruido posible, como si supiera que los vampiros lo matarían apenas diera señales de vida.

—Yo soy Carlisle y ésta es mi familia: Emmett y Jasper; Hannah, Esme, Alice y Rosalie —dijo el doctor tratando de no llamar la atención sobre nadie.

— ¿Hay sitio para unos pocos jugadores más? —inquirió Laurent con afabilidad.

Carlisle acomodó la inflexión de la voz al mismo tono amistoso de Laurent:

—Bueno, lo cierto es que acabamos de terminar el partido. Pero estaríamos verdaderamente encantados en otra ocasión. ¿Piensan quedarse mucho tiempo en la zona?

—En realidad, vamos hacia el norte, aunque hemos sentido curiosidad por lo que había por aquí. No hemos tenido compañía durante mucho tiempo —dijo Laurent paseando la mirada entre todos nosotros.

—No, esta región suele estar vacía si exceptuamos a mi grupo y algún visitante ocasional, como ustedes —dijo Carlisle con un tono diplomático que me sorprendía.

Yo pensé que al instante que James pusiera un pie en el campo, sentiría que había una humana entre ellos, pero ahora parecía que sostenían una charla demasiado amistosa para mi gusto, lance una mirada recelosa a Jasper, eso debía ser obra suya, parecía pretender salvarme de una inevitable situación, si hubiera sido vampiro, le estuviera gruñendo por su intervención.

— ¿Cuál es su territorio de caza? —preguntó Laurent como quien no quiere la cosa.

Carlisle ignoró la presunción que implicaba la pregunta. Yo estaba perdiendo la paciencia, si no fuera por que Emmett me echaba cada vez más para atrás, ya estaría saltando sobre James para que supiera que era una humana real.

—Esta, los montes Olympic, y algunas veces la Coast Ranges de una punta a la otra. Tenemos una residencia aquí. También hay otro asentamiento permanente como el nuestro cerca de Denali —dijo Carlisle con una serenidad que exasperaba.

Laurent se balanceó, descansando el peso del cuerpo sobre los talones, y preguntó con viva curiosidad:

— ¿Permanente? ¿Y como han conseguido algo así?

— ¿Por qué no nos acompañan a nuestra casa y charlamos más cómodos? —Los invitó Carlisle—. Es una larga historia.

James y Victoria intercambiaron una mirada de sorpresa cuando Carlisle mencionó la palabra «casa», pero Laurent controló mejor su expresión. Por que carajo todo sucedía tan lento, yo necesitaba acción o todo lo planeado se vendría abajo, ya veía a Carlisle diciendo que me sacaran de este embrollo por medio de órdenes con lenguaje clave.

Perdida en CrepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora