Cicatrices [Farcus]

IV

V A C Í O   D E
U N   O J O

Desde aquel beso Focus no había sacado ningún tema de conversación con Fargan, ni siquiera se acercaba a hablarle porque se ponía nervioso y huía. Últimamente cada uno estaba con su grupo de amigos, y estos se extrañaron porque a decir verdad era raro que esos dos no pasaran aunque fuera, un mínimo tiempo al día.

Porque si no era Focus quien buscaba al búho, era el susodicho quien preguntaba a todo el mundo diciendo que no podía estar más tiempo sin verlo.

De hecho, el día de hoy todos querían juntarlos y el grupo de Focus se había juntado con el de Fargan,  pero Focus evitaba acercarse al búho, quien solo volteaba también.

Fargan fue a dejar a Nia a su casa, ambos tendrían una charla, al igual que Focus se había quedado a solas con 8cho.

—Oye, ¿te pasa algo con Fargan? —cuestiona preocupado el muchacho. Habitualmente haría cualquier broma como: ¿habéis follado? Pero a decir verdad la situación parecía algo más grave.

Focus carraspeó, quedándose en silencio. 8cho habitualmente no era el tipo de persona que se fijara en detalles, pero notó el ligero temblor en las alas del cuervo.

—Oye, tal vez deberíais hablar del tema, no me gusta veros así.

—Creo que sería mejor que te fueras a casa antes de que aparezcan mobs, Ocho —. No se había percatado que al decir eso debería de esperar al búho, porque les había dicho que vendría de nuevo.

Aún así, el otro sí lo pensó y se marchó. Tal vez si se dedicaran a hablar un poco, todo sería mejor en su relación.

—¿Y Ocho? —. La voz del búho le despertó, apenas el de coleta había desaparecido entre los árboles y él pegó un respingón para después voltear a ver al más alto. Se quedó en blanco por un momento, pero luego habló:

—Se acaba de ir. Se hará de noche y... Le dije que se fuera.

Como si llevara años sin oírle, Fargan se quedó sorprendido y embobado con su voz. Sonrió detrás de la máscara y se acercó.

—¿Querías que pasásemos algo de tiempo a solas? —susurró con diversión. Focus entonces pensó en las palabras del menor.

Suspiró frustrado y se acercó al cuerpo ajeno, quien de inmediato se quedó estático sin saber lo que el otro haría. El cuervo posó su cabeza sobre el pecho de Fargan y dejó caer sus pequeñas alas hasta el suelo, mostrando todo el estrés y cansancio que tenía en el cuerpo.

De forma protectora, su instinto le hizo actuar. Abrazó con cuidado a Focus con sus brazos y alas, no quería que nadie le viera de aquella forma. Sentía que aquel momento de vulnerabilidad que el otro estaba teniendo era algo que solo podía ver él. Focus alzó su mirada y se sorprendió al ver de nuevo el rostro del chico, sin su máscara. Iba a preguntar, pero pareciera que el otro le había leído el pensamiento.

—Nia me la quitó, me dijo que hasta que no arregláramos lo que nos pasaba que no me la devolvía.

—¿Por qué... Tu ojo...? —apenas pudo pronunciar cuando de inmediato la sonrisa leve que acompañaba a Fargan desapareció, junto al brillo de su único ojo. Ante aquella reacción el cuervo alzó su mano para acariciar la mejilla del chico —. Lo siento.

Empujó a Focus, quien de inmediato se desestabilizó y calló al suelo.

—Jajaja, ay, ten cuidado hombre —se rio nervioso. Una risa completamente falsa —.Fíjate tú que creo que se me ha olvidado apagar el horno.

Y huyó, huyó como alma que lleva el diablo. Y el cuervo se quedó en silencio. Nunca había visto las expresiones de Fargan, pero podía deducir que no solo era miedo lo que mostraba.

   ➤ Fargan POV

Mi cuerpo se congeló, hasta se me había olvidado cómo respirar. Tenía que salir, mi pecho dolía, la garganta también.

Sí que le había dado paso libre para preguntar pero... Esta pregunta era demasiado, no me sentía preparado.

Tuve que salir de allí, ni siquiera se me ocurrió una excusa mejor. Salí de allí corriendo y sintiendo que no era suficiente comencé a volar. Mi ojo apenas reaccionaba, se había nublado y cuando todo se volvió negro me quedé inconsciente.

Aún así, sentía como la ansiedad recorría mi cuerpo, sentía como hiperventilaba y a su vez sentía como algo dañaba mi piel con sus garras. Entre mi inconsciencia vi una figura alargada y oscura. La describiría, pero era algo tan terrorífico que ni "el mismísimo infierno" se comparaba al terror que provocaba en mí. Sus ojos observaban mi debilidad y aquella sonrisa parecía que quería comerme el alma.

Aún así, no era la primera vez que la muerte visitaba las puertas de mi cuerpo:

"Creo que no nos conocemos...búho" resonaron sus palabras en mi oído mientras pasaba aquella filosa arma por mi cuello y subía hasta mi rostro con intención de destrozarlo "¿Qué harás ahora?"

Mi garganta ardía, el sabor metálico de la sangre se hacía presente, visualice todas las heridas de mi cuerpo y justo cuando quise hablar escuché a alguien llamarme.

—¡¡Fargan responde joder!! —gritó. Sentí mi cuerpo volver a la realidad, me había desmayado y era el amanecer ya. Tenía algunos raspones en mi cuerpo que veía habían sido causados por mis propias garras. Me quedé en shock por la situación y cuando pude levanté la mirada para ver a alguien con quien llevaba tiempo sin hablar —. Hey... ¿Cómo estás? —me volvió a llamar Auron.

—Bien... —susurré pues mi garganta ardía, ¿por qué dolía tanto? —... ¿Qué... Qué ha pasado?

—Eso debería de preguntarte yo. Te encontré en el bosque cerca de mi casa, y eso que vivo en una isla, estabas gritando —me miró con preocupación mientras abría la puerta de su casa con la retina y después la cerraba de la misma forma para dejarme sobre su sofá —. No creo que quieras contarme lo que te pasaba... Pero recuerda que no estás solo, ¿vale?

La preocupación de sus ojos me hacía vacilar, ¿qué debía hacer en esta situación?