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F R U T A
M A G U L L A D A

Había pasado bastante tiempo de lo ocurrido y ahora estaban atareados con las construcciones del pueblo porque la comisaría y el teatro se había destruido por las peleas con los otros pueblos

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Había pasado bastante tiempo de lo ocurrido y ahora estaban atareados con las construcciones del pueblo porque la comisaría y el teatro se había destruido por las peleas con los otros pueblos. Fargan estaba agotado, es decir, no hacía nada pero cuando Focus estaba delante fingía que hacía alguna que otra cosa con tal de ayudarle.

Como había llegado el verano hacía un calor asfixiante y alguno que otro había aprovechado para quitarse la camiseta: uno de ellos era Fargan, quien le encantaba mostrar su cuerpo atlético.

Focus por su lado estaba acostumbrado, y como a la vez le daba vergüenza, pues no se quitaba nada.

Actualmente Auron y Axozer se la pasaban bromeando junto a Fargan, los tres sin camiseta. 

—¡Seréis sopas de veneno! —exclama el más alto de los tres siguiéndoles bajo la atenta mirada del híbrido pelinegro, quién sin duda estaba pasmado por los músculos del castaño. Aún no se acostumbraba a que el castaño le encantara enseñar.

—Sería un buen día de playa en el increíble puerto, ¿verdad? —le dijo 8cho con diversión a Focus quien no se lo pensó dos veces ante la propuesta y se acercó a todos.

—¿Y si nos damos un descanso por hoy y hacemos un picnic en el puerto todos juntos? —. Incluso Biyin alzó la mirada hacia el cuervo, encantada con la idea.

Rápidamente todos se pusieron de acuerdo, fueron a sus casas y organizaron quién ponía qué en el picnic del pueblo uno... Al cual por alguna razón se habían unido Perxitaa y Pato, que estaban allí.

La tarde fue sin duda maravillosa, todos reían y convivían pacíficamente... Aunque no os mentiré cuando digo que alguno se resbaló por la humedad y todos se rieron, o que Perxitaa troleaba en el agua o en la orilla, o que Luzu y Auron tal vez estaban aprovechando un poco que todos estaban a su bola...

Fargan los observaba a todos con una chaquetita de flores que se había puesto al llegar a su casa, que pronto le fue humedecida a causa de la sirena que lo obligó a lanzarse al agua con ella y a juguetear y hacer bromas contra todos.

Focus solo observaba con una sonrisa con Ibai y Juan al lado, los tres se mojaban los pies mientras veían a los más revoltosos empezar a jugar al voleibol con una pelota que Dios sabrá de donde la habían robado.

—Cuervo, luego deberías de revisar las heridas de Fargan —habló Juan, chistosito, causando que Focus dirigiera su mirada a la espalda de Fargan.

Su espalda suavemente bronceada estaba decorada con preciosas cicatrices que se habían hundido sobre la piel de forma probablemente más dolorosa que las marcas que le creaba el anochecer en su cuerpo. Sus ojos se vieron entristecidos por aquella vista, ¿por qué demonios Fargan había sufrido tanto?¿Es que acaso el mundo estaba maquinando algo contra aquel búho? Estaba molesto por pensar aquello, y lo peor era que había prometido no hacerle soltar nada más si aquello le hacía sentirse peor.

[...]No sabía cómo habían acabado todos bebiendo del vino de Luzu, y tampoco sabía cuándo habían sacado botellas de su vino, pero casi todos los habitantes estaban ebrios. Perxitaa se había marchado con una botella, aprovechando que todos estaban distraídos. Muchos empezaron a hablar de tonterías y Axozer, Yuni y Dequiuv se retiraron poco después del anochecer no queriendo ver cómo terminaba el asunto.

Nia y 8cho se estaban comiendo la boca mientras que Auron arrastraba a Luzu quien se había quedado dormido y Fargan estaba abrazando con tanto cariño a Focus que no sabía muy bien cómo reaccionar.

—Oye... Fargan, vamos —reclamó avergonzado mientras se levantaba con cuidado de no desestabilizar al más alto.

—Pero Focuuus... Todavía no he terminado de marcarte como mi propiedad... Todos tienen que saberlo —lloriqueaba completamente ebrio, avergonzando todavía más al de cabellos azabaches.

—Y para eso vamos a ir a mi casa —mintió, llamando la atención del borracho quien ahora más alegre cedía un poco mientras hacía comentarios subidos de tono.

—¿Y las rasguñaduras de tu espalda? —cuestionó cuando vio que el pobre búho ya no daba más, apenas habían llegado al recinto de su casa cuando empezaba a adormilarse, y cargarlo para subir las escaleras sería una molestia.

—¿Eh?...¿Te refieres a cuando intentaron arrancarme las alas? —se rió amargamente — ¡Esos idiotas estaban celosos de mis alas! Y empezaron a... Arrancarme las plumas y a estirar de ellas, dolía tanto... Las estrellas fueron testigos, ¡no cedí ni una vez!

El cuervo escuchaba sorprendido por aquello, el dolor en su voz sonaba con rabia y buscando consuelo. Consuelo que por supuesto el cuervo estaba dispuesto a darle una vez terminara de narrar.

«Quemaron mi pueblo y solo quedamos vivos los que consideraban más atractivos... ¿Para qué?¿Para ser sus mascotas?¿Sus trofeos? —lloriqueó entre penas, con lágrimas invisibles que causaban en el más bajito un dolor abismal —. Lo peor de todo es que de allí solo salí yo... Mi hermana... Mi hermana murió frente a mis ojos...

Ahora las lágrimas comenzaban a bañar el rostro del castaño, quién calló al suelo del salón sintiéndose sin fuerzas y causando que el corazón del cuervo se estrujara y fuera en su ayuda. Lo abrazó y arrulló en sus brazos sin ser capaz de sostenerlo al completo, sus ojos observaron como incluso de la cicatriz salían alguna que otra lágrima de malas formas debido a que esa zona estaba hecha añicos.

Lo había jurado antes, que le encantaría proteger a Fargan, pero ahora lo volvió a jurar al cielo por verlo de aquella forma. La historia había sido sin lugar a duda bastante fuerte. Y aunque lo había acortado bastante, Focus acarició su cabello esperando que lentamente se relajara. Cuando esto ocurrió comenzó a besar sus mejillas para ayudarse y recostarlo en su cama. Lo pudo guiar hasta su habitación y acostarse.

Cuando logró acostarle, el otro lo arrastró con él, le dio la media vuelta a su antojo y le abrazó por la espalda. Fargan era bastante protector y tenía sus motivos, y aunque ahora se guiaba por su instinto porque estaba ebrio, también tendría sentido que lo hiciera en otra situación. Así que Focus se dejó hacer y se acunó contra el cuerpo ajeno, quitándose la máscara para descansar.

—Buenas noches, Fargan —susurró.

—Buenas noches, Fargan —susurró

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Cicatrices [Farcus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora