-¿De verdad no vas a bajar y escoger a tu dama de compañía? - Preguntó mi tío divertido al abrir la puerta de la habitación y encontrándome aún bajo las suaves mantas.
Yo abrí un ojo y le gruñí antes de volver a acurrucarme.
-Sabes que es un protocolo importante. - Dijo la voz de mi primo acercándose.
-Ninguna loba de la nobleza se ofrecerá y yo no las quiero obligar. - Murmuré enfurruñada.
-Entonces escoge a alguna plebeya y listo. - Dijo mi primo cuando sentí mis mantas siendo retiradas.
Volví a abrir un ojo solo para ver a mi primo entrando a la cama conmigo.
Pier le gruñó un poco desde el otro lado de la habitación.
-Déjalo, Pier. El pobre no ha dormido mucho.
-Tu culpa. - Murmuró malhumorado. - ¿Cómo es que me dejo manipular por una cachorra de la mitad de mi edad?
El día en que llegamos con tío Karel lo mandé a investigar con los sirvientes de las casas nobles los chismes más jugosos que pudiéramos utilizar para ganar el favor de las lobas. O sobornar, lo que sea.
Sólo tuve que ganarle una o cincuenta partidas de cartas y dejarlo en la quiebra para que aceptara la misión. Papá me había enseñado la mejor manera de hacer trampa y no me arrepentía ni una pisca por hacerlo.
Para mi completa alegría, Troy era un lobo astuto y de alguna forma se las había arreglado no sólo para conseguir buena información, sino también había hecho una lista sobre las posibles candidatas a mis damas de la Corte.
Lo que nos trae al actual dilema: Cualquiera de ella tendría mi garganta a la menor oportunidad. Encantador.
-Lobos con más fuerza de voluntad han caído bajo mi encanto. - Dije bateando las pestañas en su dirección.
-Mis tíos y mis primos no cuentan.
-Tu papá, el rey Marcos... - Dije comenzando a enumerar a los machos adultos con debilidad por mí.
-Karel, las lobas de la nobleza ya están todas reunidas y a la espera de la princesa. - Dijo una voz masculina en la entrada de mi habitación.
- La princesa se tomará su dulce tiempo en bajar. - Murmuré evitando dar un vistazo a Sir Kyrian.
Cada verano estaba impaciente por encontrarme con el lobo, pero desde que llegamos lo he evitado como la peste. Culpo a esos ojos verdes y al hecho de que descubrí en los últimos meses que la fuente de mi infelicidad, alias "Jack", era su hijo.
-Enseguida bajamos, Kyrian. - Dijo el tío Karel con un suspiro. - Ve a entretenerlas un rato; diles que queremos hacer una brillante entrada o lo que sea.
- Yo digo que sólo lleve a algunos de sus mejores espías y que todos se desnuden en el salón. - Dije al tío Karel sonriendo ante la idea. - Eso le daría a esas lobas estiradas una razón para sacar el palo que tienen metido en el...
- Por mucho que me agrade la idea, mis hombres tienen mejores cosas que hacer que ser usados como distracción. - Interrumpió groseramente el lobo. - Te daré un poco de tiempo, princesa, pero me temo que si no bajas rápidamente tu nulo apoyo a tu coronación será aún más minúsculo.
Escuché sus pasos al irse y solté un pequeño suspiro.
-¿No podemos saltarnos esta tontería, tío?
- No. Esta ceremonia tiene por propósito tener contentos a la nobleza. A menos de que quieras una rebelión, me temo que tendrás que pasar por esto.
Yo apreté los ojos.
ESTÁS LEYENDO
Probando el destino del Alfa
WerewolfContinuación de libro: El rey Alfa me desea. Anahí no estaba lista para un rotundo rechazo en cuanto decidió declarar sus sentimientos hacia su amigo de toda la vida Jack. Muerta de vergüenza, decide esconderse y curar su corazón roto con su tío Kar...