-¡Princesa! – Dijo una voz apresurada desde la puerta. – No sabía que usted... ¡Princesa! ¡¿Se encuentra usted bien?! ¡¿Debo llamar a un doctor?! ¡¿Llamo al castillo?!
Había tardado sus buenos cinco minutos en aparecer y para ese tiempo yo era un lío lloroso de temblores y suaves lamentos. Saqué un pañuelo oculto en mi corpiño y me soné escandalosamente la nariz para consternación de lady Lilian.
-Oh, por favor, no se preocupe por mí. Lamento no haber avisado con antelación que venía a visitarla. – Dije con voz entrecortada. – Mis disculpas, solo quise venir en persona y decirle que su pareja... que él...
Me detuve y comencé con mi llanto fingido – no – tan – fingido de nuevo. La pobre señora Lilian no sabía qué hacer, así que solo se acercó a sentarse junto a mí y me dio unas suaves palmaditas en el hombro hasta que me volví a controlar.
-Eso es querida, respira. – Decía en voz baja.
Inhalé y exhalé un par de veces hasta calmarme. Entonces le di una sonrisa avergonzada.
-Perdóneme, por favor. No era mi intención venir y llorar como una niña en su muy bonita sala.
-No se preocupe por eso, princesa. – Dijo con un suspiro de alivio antes e ponerse seria. - ¿Decía usted algo sobre mi Robert?
- Si. – Dije tomando un poco del té frío que no había tocado. – Me disculpo nuevamente, me ha ganado la emoción. – Dije mirándola por fin con una pequeña sonrisa. – Solo quería decirle que es usted una loba muy afortunada.
Giré ligeramente mi cuerpo para poder ver su cara confundida.
-Eh... gracias, princesa.
-Por favor, llámeme, Anahí solamente.
-No podría...
-Insisto. – Dije firmemente. Su suave suspiro derrotado casi me hizo sonreír. – Y por su amabilidad, le contaré un secreto y espero que esto quede entre nosotras.
Automáticamente la señora Lilian me dio toda su atención aunque se miraba confundida.
-Hace una semana por la mañana se celebró una subasta secreta de artículos muy exclusivos y caros. El lugar era lo que parecía ser una bodega abandonada en medio del bosque cercano, un lugar al que solo se podía llegar con invitación y pagando una cuantiosa cuota; de hecho, hasta yo tuve dificultades para conseguir una invitación. – Comencé y prácticamente podía sentir su emoción por compartir todo lo que le estaba diciendo a su círculo de amistades femeninas. – Entonces ahí estaba yo cubierta de pies a cabeza por una gruesa capa para no ser reconocida así como todas las personas a mi alrededor cuando comenzó la subasta. Debo decir que nunca había visto artículos más... exquisitos.
-¿Cómo cuáles? – Preguntó intrigada.
-Algunos abrigos de piel de marta cibelina ¿Sabe lo difícil que es capturar a uno solo de ellos? Son escurridizos, también bolsas de piel de cocodrilo, perfumes con aromas exclusivos... y el premio mayor de toda la subasta: Un collar de diamantes magentas. Por supuesto que yo quería el collar, era hermoso... - Dije en tono soñador. – así que comenzaron las pujas llegando hasta las mil piezas de oro; pensé que ya era mío pero entonces un gruñido calló a la multitud y declaró que no había otra dueña para ese collar que su hermosa pareja. Entonces sacó una bolsa y arrojó a la tarima de subastas la cantidad de cinco mil monedas de oro.
Para este punto la señora Lilian estaba muy absorta en la historia y me miraba sin parpadear.
-Entonces yo ofrecí la misma cantidad y el lobo solo se encogió de hombros y arrojó otra bolsa llena de monedas para luego rugir a todos que su pareja tendría ese collar aunque le costara un riñón porque ella se merecía eso y más. Tuve que claudicar porque ¿Quién se metería en medio del amor verdadero?
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Probando el destino del Alfa
WerewolfContinuación de libro: El rey Alfa me desea. Anahí no estaba lista para un rotundo rechazo en cuanto decidió declarar sus sentimientos hacia su amigo de toda la vida Jack. Muerta de vergüenza, decide esconderse y curar su corazón roto con su tío Kar...