Parte 4

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Rachel

Ya paso una sema de la boda de Luisa y su ausencia se siente con cada día que pasa, pero la misión que se aproxima no me deja mucho tiempo para hundirme en la miseria en la que se ha convertido mi vida, este operativo es sumamente importante, ya que no solo acabaremos con uno de los prostíbulos más importantes para los Mascherano sino también con la mayor cantidad de halcones negros, esto sin duda será un gran golpe y no solo por lo riesgoso de la misión si no por que será también mi última misión en la central que por años se convirtió en mi hogar.

Parker partió hacia México con el fin de reunirse con Gauna y los demás soldados que ya se encuentran ahí, antes de marcharse me pidió hacerme cargo de su tropa hasta el día en qué debamos partir, lo que me acumula más la carga de trabajo ya que el capitán Thompson también me dejó a cargo de la suya, pero lo más incómodo de todo es el trabajar tan de la mano con Bratt, ya que mi tropa y la suya se encargan de la estrategia, antes solía amar trabajar a su lado ya que eso implicaba pasar más tiempo juntos, pero eso ha sido reemplazado con momentos interminables de silencios incómodos, dónde ni el ni yo parecemos saber que decir.

El día antes de la misión me acompaño a mi habitación e intento convencerme de volver con él, saber que quiere comenzar de nuevo a pesar de todo el daño que le cause me rompe aún más el corazón, me opuse rotundamente, intento besarme y logré sacarmelo de encima, ver lo transformado que está solo me confirma que lo nuestro no tiene solución, me pidió conservar el anillo de compromiso, me reuse pero terminé por aceptar en un intento porque ya no siguiera con el tema de la reconciliación.
Después de eso se marchó, yo me dispuse a tomar una ducha y dormir ya que mañana partiríamos a México para la misión.

Al día siguiente las tropas que partirán a la misión se alistan, Patrick me aborda diciendo que le presentaremos la estrategia final al coronel en unos minutos, cosa que no sucede porque no llega a la reunión programada antes de partir, el capitán termina por pedirle a Laurens que abran un espacio para nosotros, en plena reunión el coronel aparece, está medio ebrio y tiene el labio reventado, descarto una pelea con Bratt al ver qué el está intacto, aparto mi vista de él al ver la mirada de Ángela clavada en el, continuo explicando la estrategia y el se mantiene callado hasta el final.

Bratt me invita a almorzar y escucho a Patrick decirle a Christopher que pidió un espacio para nosotros a Laurens, nos dice que en media hora nos verá en su oficina y no presto más atención después de eso. Me dirijo con Bratt a la cafetería, la chica que atiende nos dice que tardaran un poco en traernos la comida ya que muchas tropas partirán a México y todos se encuentran aquí.
En lo que esperamos charlamos un poco sobre la misión, desde que rompimos hablamos solo de cosas de trabajo, parece que romper con alguien hace que cualquier plática trivial resulte en incomodidad.

Cuando llega la comida como lo más rápido que puedo, no quiero que Christopher me reclamé el llegar tarde a su oficina, desearia que no fuera mi superior y no tener que rendirle cuentas, pero al menos puedo estar tranquila ya que Patrick estará ahí también, termino mi comida y me despido de Bratt, voy camino a la oficina del coronel y abro la puerta para ingresar, me disculpo por la tardanza, no vaya a ser que se le de por comportarse como un idiota y me haga pasar un mal momento.

Patrick me invita a tomar asiento y empieza a dar los detalles de la estrategia, escucho atenta lo que dice y asiento de acuerdo, estoy a punto de decir que Bratt me ayudara con las tropas, cuando un grito penetra la oficina—"¡¿Te acostaste con él?!" —, enmudesco con la pregunta, el ambiente se vuelve tengo en segundos y yo no sé dónde meterme, todo se vuelve peor cuando repite la pregunta—"Te hice una pregunta, Rachel, ¿te acostaste con él?"—, prefiero quedarme callada de lo contrario lo mandaré a la mierda, a él no tiene que importarle eso, me dejó en claro que yo solo fui otro polvo más y mi vida privada no es cosa suya.

Lo que nunca debió suceder (Chrischel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora