five

1.1K 42 1
                                    

























-bueno listo, hacemos así el trabajo entonces, chau, Mili-saludé con un beso en el cachete a mi amiga de la facultad, me sentía afortunada de haber encontrado a una chica Argentina estudiando lo mismo que yo.

Hace casi 3 semanas que estoy viviendo con Juli y las cosas no pueden ir mejor, aunque no pasemos demasiado tiempo juntos ya que él se va temprano a entrenar y yo a la facu y a veces a sesiones intentamos aprovechar lo más posible el tiempo juntos.

Salí de la facultad despreocupada, pero maldecí al ver que estaba lloviendo y tendría que volver caminando, sin embargo en ese momento vi un auto blanco que se me hacía conocido estacionarse donde yo estaba y cuando bajó la ventanilla me encontré con Julián.

-Juli, que hacés aca? -dije subiendome al auto y dandole un beso en el cachete

-nada, salí temprano del entrenamiento y como soy alto mejor amigo te vine a buscar así no te venias caminando bajo la lluvia-respondió-puede que tambien para que me cocines uno de tus brownies que te salen riquisimos-agregó

-que interesado-sonreí-igual gracias porque sino me iba a morir de neumonía si me volvia caminando con esta lluvia-ambos reímos.

-Ah y tambien hay otra cosa-me hablaba sin despegar la vista del camino.

-eh? qué cosa?-pregunté confundida.

-te tengo una sorpresa, pero vas a tener que esperar unas horas para verla-levantó las cejas haciendose el misterioso.

-sorpresa? qué es? -dije emocionada.

-si te lo digo deja de ser sorpresa, pelotuda-largó una carcajada.

-me enoja cuando tenés razón-dije entre risas

De la facultad a la casa de Julián no eran más de 7 min en auto así que llegamos bastante rapido. Estaba emocionada por la sorpresa aunque Juli me haya aclarado que tenía q esperar

-yo ahora tengo que ir a comprar unas cosas, pero cuando llego me pego una ducha y merendamos si querés, dale?-me dijo a lo que yo asenti con la cabeza.

Mientras el hacía todo eso yo puse manos a la obra y empecé a hacer el brownie, si había algo que amaba era cocinar cosas de pastelería y se podría decir que se me daba bastante bien.

Ya tenía el mate hecho y estaba terminando de poner los pedacitos de brownie en un plato cuando Julián apareció en la cocina, con tan solo un short deportivo y secandose con una toalla el pelo.

-Ah bueee si me van a esperar con todo esto cuando me termino de bañar salgo temprano de los entrenamientos siempre-sonrío y se sentó a mi lado.

-podría conciderarlo si me vas a buscar a la facu siempre-apoye mi cabeza en su hombro mirando al techo.

-bueno no se si va a poder ser entonces-rio y yo le pegué en joda-che como vas en la facu vos? no me contaste nada-se llevó un brownie a la boca.

-re bien, Ju, te juro que estoy re feliz estudiando lo que me gusta-me levanté de su hombro y empecé a hablar emocionada-ademas me hice una amiga que encima es Argentina, es re buena onda, no sabes.

-que lindo, Valen, posta, debe ser un re alivio encontrar alguien de tu país, viviendo en otro, va por lo menos yo lo siento-tomó del mate

-si obvio, no sabes, más para mi que vivi bastantes años en paises que no son el mío por el trabajo de papá-hablé hasta que el timbre nos interrumpió.

Miré a Julián confundida, yo no esperaba a nadie y él tampoco me avisó que alguien venía, me confundi más al ver que él se paró sabiendo quien era el que tocaba el timbre.
-parece que llegó tu sorpresa-dijo y me impaciente todavía más.

Escuché como al abrir la puerta Julián recibía amistosamente a la persona y como se acercaban al pasillo charlando.

-CHIQUI! -escuché a mi espalda, ese apodo, ese que podría reconocer en cualquier parte.

-NEY?! -cuando me di vuelta pude encontrarme con mi padrino, me apresuré a abrazarlo, no podía creer que él estuviera acá.

-Chiquita-me devolvió el abrazo-que grande que estás-solté un par de lagrimas.

-me decís siempre lo mismo, padrino-nos reimos-como supiste que estaba acá? por qué no me avisaste que venias?-

-digamos que alguien me ayudó a guardar el secreto-hizo referencia a Julián.

-dios boludo, no me vuelvas a ocultar esto nunca jamás-lo abracé ahora a Julián.

-en mi defensa, Ney me pidió que sea sorpresa-levantó las manos.

-dios bueno, ay padrino cuantas horas llevas de viaje? tenés hotel? nono, Juli se puede quedar acá? -dije tan rapido que era casi imposible entender.

-primero, es tu casa ahora tmb así que no me pidas permiso, segundo francia-se tapó la boca riendo-joda, segundo ya hablamos y si se va a quedar acá.

-ay gracias gracias gracias-lo abracé nuevamente-bueno vení padrino que te llevo a una de las habitaciones de invitados-me encamine hacía el pasillo seguida de Neymar y Juli.

Le mostré la habitación y él empezó a ordenar sus cosas mientras charlabamos, hacía más de 2 meses que no lo veía y nos teníamos que poner al día.

-y bueno, así fue como terminé acá, la verdad que estoy re feliz-le iba contando y él me escuchaba atentamente.

-con lo sobreprotector que es tu papá la verdad que me sorprende un poco que te haya dejado venir-hablaba mientras doblaba ropa de su valija.

-si bueno, pero ya tengo 19, puedo cuidarme sola-me senté a su lado para seguir hablando-aunque mucho de lo debo a Juli, si no fuera porque me invitó a vivir con él no sé si mi papá me hubiera dejado-

-ya te dije que no es nada, boluda, lo minimo que podía hacer como tu mejor amigo-ahora habló Julián, quien había estado sentado escuchando todo.

-te parece si salimos a comer, chiqui?-preguntó Neymar, Chiqui, ese apodo q me puso cuando tenía 6 años y jamás dejo de decirmelo.

-si obvio, Juli, vos venís? -miré a Julián

-no no, vayan ustedes, se tienen que poner al día-sonrió.

-no Juli, vení con nosotros, encima que nos dejás quedarnos en tu casa, además Ney te quiere como un sobrino ya-dije a lo que Neymar asintió dandome la razón.

-no, Valu, en serio, ese es el momento que tiene los dos para ponerse al día, Ney va a estar 1 semana acá, tenemos tiempo para salir los tres-dijo y lo abracé, como podía ser que este hombre sea tan bueno.

Después de aquella charla Neymar se pegó una ducha y yo decidí hacer lo mismo, nos cambiamos, algo fresquito ya que era verano y salimos rumbo al restaurante donde mi padrino había resevado.
Yo no daba más de la felicidad, estaba nuevamente con mi padrino, una de las personas que más quería en el mundo, la noche de basó en risas y cosas que nos habían pasado en estos meses q no nos vimos, una de las mejores noches de mi vida.

te queremos Neeeeeyy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


te queremos Neeeeeyy

Love of my life; Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora