[HISTORIA CORTA]
Alexis alias "Quackity" un joven omega dominante, que a la temprana edad de 15 años descubrió que tenía un gusto muy extraño por el sabor de la carne y sangre humana; y es que había sido solo un accidente que terminara probando un p...
| Este capítulo contiene violencia, mención de sangre y Non-Con | Non-con o NC: "No Consensual" o «No consentido».
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Una gran pesadez se instalaba en la cabeza de Luzu, un dolor punzante y constante que le recordaba lentamente como algo había ocurrido antes de caer inconciente. Gruñó por lo bajo mientras trataba de moverse en vano sobre lo que parecía ser la cama de la habitación, tenía las manos y tobillos atados a cada extremo de la cama llevando el cuerpo desnudo.
-Hasta que despiertas, creí que ya te habías muerto.- el menor lo veía desde la ventana mientras fumaba un cigarrillo.
Quackity no fumaba.
-¿Por qué estoy atado?- no tenía opción más que aceptar su destino, no es como si le fuesen a salir navajas mágicas de las muñecas.
-Diversión.
-No me estoy divirtiendo.
-Mi diversión, Luzu.- apagó el cigarro y lo lanzó por la ventana para mirar con completa atención al castaño atado en la cama.- Quiero torturarte un poco.
–¿Torturar?
Q asintió, se acercó a la mesa de noche y tomó un pequeño florero que descansaba sobre él, vacío el agua junto a las flores sobre el rostro de Luzu que se removió tratando de que el agua no entrara a su naríz.
-O humillarte.- una sonrisa petulante hizo al mayor bufar molesto.
-Quiero que regreses a Quackity.
Los oscuros ojos del contrario se expandieron al escuchar aquel nombre y con rabia rompió el florero contra la mesa para acercar los trozos rotos al cuello de Luzu.- ¡No repitas ese nombre, cabrón!
Luzu aspiró hondo tratando de no asustarse, le sostuvo la mirada, cosa que solo irritó más al pelinegro. El filo del florero roto le recorrió el cuello hasta llegar al hombro en el que hizo presión con la suficiente fuerza para rasgarle la piel, dejando fluir de una herida profunda una cantidad nada alarmante de sangre. Retuvo el aire tratando de no dejar salir ningún sonido, sintiendo como Q limpiaba la sangre con el dedo para llevarlo a sus labios.
-Sabes, tienes un sabor delicioso.- el florero chocó estrepitosamente contra el suelo sacándole un susto a Luzu.- Tengo un banquete frente a mi, y quiero degustarlo.- el corazón del castaño latió con fuerza y sin poder evitarlo sus rubíes se abrieron con pánico.- Ah sí, esa mirada me gusta.
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