La oscuridad de abajo

Capítulo 54: Larga vida al Rey

"He tenido el privilegio único de ver tres épocas de heroicidad. Recuerdo que me regocijé cuando los Nuevos Héroes llegaron a Japón después de iluminar la Edad Oscura. Lloré el fallecimiento de Hero y su amante Legión, a quien creo firmemente que inspiró lo mejor de nosotros: Hero era poderoso, justo y un firme creyente en la ley. Y yo estaba allí cuando se fundó la primera agencia de héroes. Mis experiencias me han dado la perspectiva que me faltaba cuando era joven. Y esta perspectiva es simple: todas las cosas cambian y el viejo orden debe dar paso a nuevos caminos. La única pregunta es si el poder se da libremente o a través de la fuerza".

—Extracto de 'Reminiscing on the Final Hour' de Hinata Ononoki.

Hisashi Midoriya está cansada de sangre y muerte. No porque esté cansado de matar. No, ha ordenado suficientes muertes y ha luchado por su derecho a vivir en el abismo el tiempo suficiente para entender que los débiles caen ante los fuertes. No, está cansado porque no está más cerca de devolver a su hijo a su esposa.

El asalto masivo que se está planeando lo ha obligado a mantenerse al margen; Un ataque conjunto entre los militares, los héroes y la Casa Imperial. Y no se le permite participar. Todo porque Inko ordenó que All Might matara a All For One. Hisashi, en este momento, no es más que una contingencia en caso de que All Might falle. Un último intento de zanja cuando toda esperanza está perdida.

Ella no confía en él para proteger a su hijo y eso, más que cualquier otra cosa, lo deja cansado. Aún así, ella le dio órdenes antes. Es por eso que está en un búnker de la Liga escondido debajo de una base militar abandonada en la Edad Media. La tierra a su alrededor es un lugar lleno de gases nocivos, tóxico y peligroso para los humanos.

Hay muchas criaturas en el abismo más que capaces de empoderar a Hisashi. Si bien podría hacer eso, el proceso más conveniente es simplemente abrir una puerta justo en el medio de la base y dejar que el Caminante Mundial se ocupe del resto.

Veinte minutos después, está vadeando un charco de sangre, molesto porque el World Walker no es muy bueno para mantener las cosas limpias. Obtiene una sensación de molestia de la construcción mental en el fondo de su mente. Suspira con cariño y recupera su teléfono cuando suena.

Es Inko. Él mira su nombre, sus dedos vacilando. Se obliga a responder.

"¿Sí?"

"Tienes que venir aquí ahora".

Ella corta la llamada antes de que él pueda responder.

Hay una pila de cadáveres en la esquina siendo consumidos por una criatura con una docena de brazos parpadeando entre múltiples dimensiones. Él tiene esa deuda desde hace años, un corto tiempo para una criatura que existe por encima y por debajo del tiempo.

"Espero que hayas terminado porque necesito irme", le dice a la criatura.

Eso... No mira hacia arriba porque eso implica que tiene ojos para mirar y una cabeza para levantar. Más bien, contorsiona el apéndice con la mayoría de los órganos sensoriales a través del espacio de sexta dimensión y hasta el espacio tridimensional para observar a Hisashi.

/Caminante del mundo, esta deuda se ha cumplido/

La criatura se desliza entre una docena de dimensiones antes de encontrar una que le permita caminar de lado entre este universo y un portal a los niveles más profundos del abismo que existirá en el futuro lejano. Le da dolor de cabeza a Hisashi verlo partir.

Se asegura de limpiarse las manos antes de irse. No hay razón para volver literalmente a casa con la sangre de sus enemigos. Esta es su octava celda desde que comenzó la guerra, y aunque puede ser agotador, Hisashi nunca eludirá una tarea que Inko le da.