▪︎ ❝el hilo rojo puede enredarse, estirarse, tensarse o desgastarse...pero jamás romperse.❞
Después de cinco años, las vidas de Ana Lane y Chris Evans vuelven a unirse. El tiempo no ha pasado en vano, sus vidas son diferentes a lo que recuerdan, per...
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ANA DESPIERTA REJUVENECIDA. Aun con aquella mala jugarreta de parte de su mente, ella había podido conciliar el sueño casi enseguida, despertando hasta la mañana siguiente cuando poco a poco, entre la bruma desorientada de su despertar, se da cuenta que se encuentra sola.
En cuanto su ánimo se lo permite se pone de mí, con ganas de besar a su hombre y saciar el gruñir de su estómago. Su maleta no se encuentra en la habitación por lo que se ve obligada a tomar una de las prendas de vestir que el actor mantiene bien ordenada en su armario. Una vez lista, se pone en marcha al primer piso, descendiendo cuidadosamente por la escalera, desde donde la voz de Chris se hace escuchar pronto.
Al poner pie en el comedor, la mirada azul del actor la localiza. Él le regala una sonrisa que es fugaz debido a las palabras que salen de su boca, lo cual, sin embargo, no le impide extender uno de sus brazos en dirección a ella. Lentamente, Ana hace su caminar a él, rodeándole el cuello con sus brazos, mientras sus labios se posan en su suave mejilla. A su vez, Chris rodea a su chica con uno de sus brazos, acercándola y respondiendo a su dulce gesto y besando su mejilla, escuchando atentamente lo que Meghan dice del otro lado.
Ana se acurruca contra él. El calor de su cuerpo la hace sentir increíble, muy cómoda y con ganas de quedarse atada a su amor por la eternidad. Por unos segundos más, la conversación continúa, hasta que el actor se despide de su publicista.
—¿Como has dormido?— pregunta él mientras acomoda a su chica de mejor manera entre sus brazos.
Libremente, Ana se balancea contra él, deslizando sus manos por la tibia piel del hombre, mientras su mirada café pasa de un tatuaje a otro en el formido pecho de Chris. Ella sonríe suavemente, sintiendo como las manos traviesas del actor exploran su desnudez debajo de la remera.
—Grandiosamente.— afirma la joven entregándose después a la dicha que era recibir no solo las caricias de su amado, si no también sus dulcemente apasionados besos.
—¿Todo bien?— susurra Ana curiosa cuando sus labios se han separado.
El actor asiente, para después escucharse hablar.
—Solo trabajo.— la profesora no pude evitar hacer un dulce gesto con sus labios, sintiendo breve congoja. —Lo sé.— agrega el actor. —Meghan está haciendo todo lo posible para que mi parte se concentre en Nueva York.— Ana sonríe, agradeciéndole por el esfuerzo, sin embargo, debía también prepararse para el hecho que aquello no fuera posible.
En un par de semanas el actor comenzaría la promoción oficial para su nueva película, para lo cual ya estaban planeados eventos, premieres y viajes, estos últimos, debido a las ultimas circunstancias, el actor quería evitar. Nada impediría que se mantuviera junto a su chica.
