Capitulo 16

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Capitulo 16

La casa embrujada

Todos Pasamos el resto de la noche riendo junto a la fogata. Y la verdad es que nos dormimos bastante tarde así que también nos despertamos bastante tarde. Y fue gracioso ver a Harry irritado tan temprano.

– Maldito sol de mierda – se quejo Harry mientras se tomaba una aspirina

– El sol no tiene la culpa de que tomarás anoche – Agrego Tulia mientras subía las cosas a la camioneta

– Agh... – se quejo mientras se recostaba junto a un árbol

– ¿Estás bien? – Pregunte mientras me sentaba a su lado

– Si es solo que no estoy acostumbrado a tomar. No es algo que disfrute y más por la resaca que te da al día siguiente

– Harry te tomaste dos cervezas no jodas – se quejo Noel

– Perdón por no ser alcohólico profesional – Se quejo mientras se colocaba unos lentes negros

– Si te sirve de consuelo. A mi tampoco me gusta tomar. Anoche me tomé a penas una cerveza y aún me siento asqueada – respondí

– ... ¿Y como te sientes?

– Asqueada ¿No me escuchaste?

– No hablo de eso

– ... Oh. Pues estoy mejor. Supongo que la cerveza no estuvo tan mal después de todo

– Me alegro...

– ¿No quieres un café? iré a comprarte lo

– ¿No te molesta?

– Para nada. Te debo el favor después de todo tonto – dije con una sonrisa mientras me alejaba

Sabina y yo fuimos a una pequeña tienda que había dentro del parque de remolques. Compramos algunas provisiones para el camino y un café para Harry. Volvimos a la camioneta listas para irnos. Pero de la nada Sabina me preguntó que había pasado ayer. Parece que Harry no fue el único que lo noto.

– Pero vi que lloraste ¿Segura está todo en orden?

– Si no fue nada. Te digo lo mismo que le dije ayer a Harry. Solo tuve sentimientos encontrados

– Parece que tú y Harry al fin se llevan bien

– ¿Te parece? – Pregunté con ironía

– Claro que sí. Me atrevo a decir que veo cierta química entre ustedes

– Ay no. No volvamos con esa tontería. Entre Harry y yo no puede pasar nada

– ¿Y por qué no?

– Primero, el no se fijaría jamás en mi,  segundo, tengo novio y vivo en la ciudad y tercero, somos totalmente diferentes

– Yo no creo que le seas indiferente Icel

– ¿¡Que!? ¿¡Por qué lo dices!? ¿¡El te dijo algo!? – pregunté con algo de ilusión

Solo un verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora