¿Qué esperabas? ¿Amor? ¿Un final feliz?-el enojo arde en mi garganta y ya no puedo controlarlo-invitaste a la bestia a tu vida, tú sola le abriste la puerta y eres tan tonta como para seguir esperando una vida feliz.
Eso es pasado.
Sí pero ese pasad...
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/Aizawa/
Dai saca un chaleco de su mochila para colocárselo. Me fijo en la libreta y veo sus uñas marcadas en la tapa, miro a la chica y veo el rojizo en su mejilla.
*Dai-ella me mira y antes de poder decir algo ella abre la boca.
*Lamento haberme llevado tus notas-dice rápido-no me di cuenta.
*Da igual-asiente y toma su mochila para comenzar a caminar.
*¿Cómo supiste que estaba aquí?-pregunta y yo me encojo de hombros.
*Te espere en la escuela y cuando logré encontrarte ya estabas hablando con Emi así que esperé.
*¿Esperaste todo este tiempo?-pregunta sorprendida.
*Estuve estudiando y jugando así que no fue problema-digo restándole importancia.
*¿Si acepto algo de comer dejaras de disculparte?-pregunto y ella sonríe levemente después de unos segundos.
*Gracias.
La tienda en la que entramos la atiende un anciano que al escuchar la campana de la puerta mira en nuestra dirección aburrido, pero cuando sus ojos se fijan en Dai sonríe emocionado.
*Mi heroína-saluda feliz y Dai se sonroja.
*Buenas noches Haiko-saluda ella-vamos a tomar dos ramen.
*Deja que yo los prepare por ustedes-dice él saliendo tras el mostrador.
*No es nece....
*¿Y este quién es?-dice acercando su rostro a mi.
*Soy Shota Aizawa señor-digo y él mira a Dai.
Por la forma en que le sonríe a ella puede ser su abuelo o padre, pero la verdad es que no se parecen en nada.
*Me alegro que ya no estés con ese cabeza hueca de Atsu-dice el anciano enseñándome un ramen-¿este está bien para ti, hijo?-asiento.
*N..no es lo que...
*Este chico se ve muucho mejor que el otro-dice poniendo agua en el ramen.
*Señor Haiko.
*Sin incomodarte hijo, pero no sé si conociste al idiota con el que estaba antes. Pero no hay forma de describir lo despreciable e idiota que es, sobre todo con sus amigos.
*Estoy de acuerdo-digo sentándome cerca de la ventanilla y mirando al anciano que me mira seriamente.
*La primera vez que lo ví supe que no era para mí Dai-dice negando.
