𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 7 || Conocidos

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—Hey... Hey...

Alguien me dio pequeños toques con la intención de despertarme, no lo niego, el gesto fue algo lindo de su parte, pero no debió hacer eso.

Abrí de poco a poco los ojos y pude notar una silueta, no dude y mi puño fue directo a ella.

Intuición de superhéroe, tal vez. Vamos, cualquier integrante de mi familia era un súper héroe.

No me detuve hasta que por fin pude ver como la silueta tomaba forma, mi vista se fue despejando y pude notar como un niño estaba tirado en el piso sin hacer movimiento, pero quejándose bajo, no hice nada solo me quedé parada esperando a que se levantara.

—Ay... por dios, juraba que estaba siendo amable... —Dijo el chico levantándose para luego verme—. Tranquila, soy uno de los nuestros.

—¿Quién eres? —Dije sin mucha emoción.

—En un momento sabrás todo lo que necesitas saber. Deje un uniforme en el cajón de la izquierda, baja lo más rápido que puedas a él no le gusta el retraso, todos te están esperando. —Dijo el chico saliendo de la habitación.

Amaba los rompecabezas, pero este sin duda era el más difícil de completar. Por lo menos sabía que se refería al señor con el que había hablado la noche anterior, me sentía orgullosa de entender algo de una vez, seguí las instrucciones del chico y busque el conjunto que me había dicho en el cajón de la izquierda y ahí estaba en par de prendas, no me extrañaba que fueran iguales a las que aquella pintura, era una falta de cuadros con blusa blanca de botones junto una corbata y unos zapatos escolares con calcetas oscuras. Me vi al espejo y pude ver como para mí era tan extraño verme de esa manera, nunca había asistido a una escuela, la mayoría del tiempo estudiaba por mi cuenta con las cosas de pap... Tony.

Me prepare mentalmente para abrir esa puerta para salir, pero algo me lo impedía, era como si al salir por esa puerta todo sería diferente, como un nuevo comienzo.

Cuando por fin tuve en valor para salir me calmé un poco al ver como no había nadie a mi alrededor, me mantuve callada y escuchaba unas voces, las seguí, y me dirigieron a un balcón, o eso parecía ser, decidí ir poco a poco y en una esquina pude ver sin que me vieran a los mismos chicos que estaban en aquella pintura que había visto antes, solo que ahora no tenían los antifaces.

—Linda.

—¡Wow! —Dije dando un pequeño salto—. Lo siento, no quería-

—Está bien, pero trata de no escapar tan rápido, traigo tacones, vengo siguiéndote desde el segundo piso, corres muy rápido. —Me interrumpió la mujer riéndose el final.

Asentí y ella tomo mi hombro, le tenía tanta confianza a esa mujer que dejé que me guiara, hasta que pude notar cómo estábamos en medio del balcón, donde todas las miradas de los adolescentes estaban puestas sobre nosotras. Bajamos las escaleras y mi vista fue directo al señor que estaba mucho atrás que los niños.

Al bajar por completo la mano de la mujer permanecía en mi hombro mientras que indicaba sin palabras que teníamos que acercarnos más a ellos, mi cara nunca fue de expresar mucho, solía ser muy seria sin expresiones si no eran necesarias, me interesaba más saber que era lo que debía hacer en ese momento que conocer a más personas de mi edad.

—Bien. —Dijo el hombre acercándose.

Pude notar como los siete chicos tenían una postura muy rígida cuando él estaba cerca de ellos, ya me imaginaba el tipo de padre era el anciano.

—Gracias por traer a Ocho con los demás, puedes retirarte, Grace.

La mujer no menciono nada solo le sonrió al hombre y dejo mi hombro mientras que se alejaba poco a poco, mi vista solo se fijó en como la mujer se iba caminando hasta que el rompió mi burbuja.

—Ella, será la nueva integrante de la Academia Umbrella, espero que la traten como a uno de ustedes. Ahora, preséntense.

¿Nueva integrante de que cosa? Haber de eso no hablamos, era raro, pero por primera vez quería estar en el complejo, en mi recamara sin academias ni uniformes ridículos.

—Controlo cuchillos.

Reaccione.

—Soy número tres y mi poder es el rumor. —Dijo una chica con cabello rizo.

Me le quede viendo sin quitar mi vista de ella inclinando un poco la cabeza.

—Ammm, puedo controlar a los demás... —Agrego apenada.

Ese gesto lo había visto de Wanda y desde ese momento fue algo que no pude dejar de hacer, cada vez que algo o alguien me parecía raro o que tendría problemas conmigo hacia ese gesto, algo que odiaba de eso era que lo hacía inconscientemente, sabía que había intimidado por lo menos un poco a la chica y me sentía culpable, no quería causar una mala impresión con ellos, pero no me quedaba de otra, no podía cambiar de la noche a la mañana. Sonreí forzada para que no me notara sangrona, pero nah, seguramente ellos ya tenían una versión de mi sin siquiera haber dicho nada.

—Soy Klaus, mucho gusto, te gusta el de color blanco, adoro el blanco, el azul no tanto ese te hace estornudar demasiado, pero-

—Número cuatro, no te salgas de tu rol. —Le ordeno el señor, ame que hiciera eso realmente.

—Soy el número cuatro y puedo hablar con los muertos. —Dijo con una gran sonrisa y unos ojos muy impregnados en mí, demasiado para mi gusto.

—Número Cinco, teletransportación y viaje en el tiempo.

—Soy número seis y tengo como un monstruo dentro de mí. —Dijo el chico con ojos rasgados—. Eso sonó algo raro ahora que lo pienso. —Le susurro al chico que tenía al lado.

—Soy número siete, no tengo poderes, pero se hacer otras cosas. —Dijo la última chica.

ᴅɪꜱᴛɪɴᴛᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora