ᴅɪꜱᴛɪɴᴛᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 12 || Castigo

Habían pasado algunos días de la pequeña reunión con los chicos, ahora me encontraba en el pateo junto a un quiosco donde practicaba con mis poderes, o lo intentaba, mejor dicho. No tenía control total de ellos, lo cual no me agradaba del todo.

—Ay dios. —Susurre para mí misma.

No sabía que era lo que necesitaba para activarme por completo, mi único impulso fue el regresar, a pesar de no querer volver en ese instante. Mi cuerpo pedía a gritos que parara, no tenía tanta energía, podía desmayarme o que la situación se saliera de control, pero mi mente no quería detenerse.

Me puse de pies esta vez, me concentré en abrir un portal, trataba de imitar lo que había hecho unos cuantos días antes, no sabía cómo lo había logrado esa vez. Sentí un calor enfrente de mi que provoco que abriera los ojos, observe una nube azul de color intermedio, el único movimiento que hice fue intentar tocarlo pero al hacerlo pude sentir como me electrocuto. Mis poderes salieron de control mientras mi mano seguía dentro de la nube, el intentar sacarla era un juego que se repetía, parecía ser demasiado fuerte, hasta que esa aglomeración estalló, empujándome lejos y cayendo de pecho en otra parte del pateo.

—Ay... Carajo... —Dije tratando de levantarme.

El impacto hizo que no me levantara por completo, ni siquiera pude levantarme, me di la vuelta para quedar boca arriba, donde al darme la vuelta pude notar algo caído, fue donde comencé a observar a todo mi alrededor donde pude ver como la mayoría de cosas estaban tiradas y unas estatuas que parecían de piedra estaba rota, al dejar de verlo solo volví a ver el cielo y dejando caer mi cabeza al suelo.

...

Me encontraba en mi habitación, era muy temprano, era una persona muy madrugadora y eso me facilitaba la hora de despertar. Había ido a entrenar antes de las cinco de la mañana, lo que me sorprendió más fue ver como nadie se había levantado por ruido causado por mi al intentar abrir mi portal... Otra vez.

Tome un libro y espere a que mi tiempo se gastara hasta que llegara la hora del desayuno, lo cual no fue fácil, solía aburrirme muy rápido pero tampoco quería estar con alguien, me senté en mi cama y no hice nada, ningún movimiento, solo era la situación, mi mente y yo. Pase unos doce o tal vez más minutos pensando en nada, mi mente despejada estaba, soñaba despierta en ocasiones. Tome un libro que me acompañaba todas las noches cuando no tenía sueño,

La reina de las nieves de Hans Christian Andersen

Era uno de mis favoritos, podían preguntarme cualquier cosa de ese libro y podía contestarla sin miedo alguno de equivocarme.

Ahora sonando la campaña del desayuno estaba, baje y se encontraban la mayoría solo faltaba Reginald, cuando llegó espero para luego dar la orden.

—Bien, sentados.

Al sentarnos pude notar Allison y Luther se veían con unos ojos que seguro no eran de amigos, tal vez se gustaban, no lo sé, pero... ¿Que no son hermanos? Bueno... pero no de sangre, es legal. Estaba al lado de Klaus, y pude notar como él escondía algo debajo de la mesa.

—Atención. —Dijo Reginald haciendo que todos voltearan a verlo—. El entrenamiento de hoy se cancelará, tendré una junta de trabajo sumamente importante a la que debo asistir.

Todos se sorprendieron por la emoción, incluso yo, a mi no me entrenaban pero, esto podía ser una oportunidad para convivir más con Ben.