Profesor

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Sasuke
Finalmente llegue a mi casa, esa chica... es todo un problema, no puedo evitar sonreír cada vez que la hago enojar, su aroma quedó impregnado en mi auto, voltee a ver el lugar donde se sentó.. es como si aún estuviera aquí, mire para abajo y pude ver una pequeña cosa brillando, me agaché a verla era una pequeña cadena de plata... debió de habérsele caído una excusa más para tenerla un poco de tiempo el día de manaña, me adentré a mi casa estaba tan cansado, solo quería tirarme a la cama y dormir.

-Cariño, que bueno que llegaste.-Hablo mi esposa tirandose a mis brazos.

-Sakura... buenas noches, buenas noches a ti también pequeñita.-Hablé acariciando su estómago.-Debes tener más cuidado sakura ahora no solo eres tu puedes tropezarte y no queremos eso.-Bese su frente.-Subiré a dormir fue un día bastante cansado.

-Que es eso que traes en la mano ¿Es para mi?.-Hablo con emoción arrebatándomelos.

-Sakura... Se le olvidó a una alumna en mi automóvil, tuvo castigo y me ofrecí a llevarla a casa por la hora sabes que es muy peligroso para las mujeres andar solas a altas horas de la noche.-Quite con cuidado la cadena de sus manos.

-Oh... ¿Y porque tienes tú que ayudar a una chica? ¿Y llevarla a su casa? Seguro ya te la follaste y por eso la llevaste a su casa, no quiero que sigas trabajando en esa escuela, quiero que mañana dejes esa estupida cadena en objetos perdidos y no le dirijas la palabra.-Hablo molesta.

-Sakura... no me hagas este escándalo porfavor, tranquilízate le hace daño a la bebe.-Intente sonar calmado.

Desde que Sakura se enteró que está embarazada se pone como loca, tiene ideas muy enfermas cada que una mujer se cruza por mi camino, dudo hasta de mi propia madre el día que llegue con un beso en la mejilla, intentaba comprenderla pero en ocaciones era demasiado para mi.

-No Sasuke, es que tu seguro me engañas, eres un infiel.-grito enojada.

Suspire profundamente, sabia que él gritarle solo agraviaría la situación decidí mejor ir a dormir, de igual manera se enojara pero así simplemente le daré espacio para ella misma.

Suspire profundamente, sabia que él gritarle solo agraviaría la situación decidí mejor ir a dormir, de igual manera se enojara pero así simplemente le daré espacio para ella misma

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-Kiba es que no lo encuentro te juro que ya busque por todos lados.-Solloze.

-Tranquia, se cuanto la cuidabas, pronto compraremos otra... no tienes porque lamentarte por algo material.-Hablo mientras acariciaba mis mejillas.

-Igual quisiera recuperarla.-Murmure triste.

-No importa _______, límpiate esa cara la clase va a comenzar y no querrás que te regañen por estar mugrosa ¿O si?.-Hablo con burla.

De cierta manera el profesor uchiha hoy ni siquiera me volteo a ver tenía en su rostro la marca de un aruñaso ¿Estará bien?.

-Señorita ________ necesito hablar con usted.-Hablo de manera seria.

-Suerte.-Murmuró kiba para después besar mi frente y marcharse.

-¿Que fue lo que hice mal hoy?.-Pregunté con fastidio.

-Jajaja... hoy no hizo nada malo.-Nego con la cabeza risueño.-Creó que esto es suyo.-Señaló una cadena la cual estaba entre sus manos.

-Oh por dios ¡¡Muchas gracias!!.-Alegre salte a abrazarlo.

Sentí como se tensó de manera rápida me separé de él viéndolo avergonzada.

-Lo.... Lo siento mucho yo no quería.-Me disculpe avergonzada.

-Que no se vuelva a repetir, las interacciones entre alumna y maestro están muy la vistas.-Respondio serio saliendo del aula.

¿Porque me pasa esto a mi?

El libro de lo prohibido (Sasuke y tú) Pedidos Abiertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora