Reki in class 2 || Renga • Lanki

12 [enfermó]

Ya se estaba haciendo tarde y los dos estaban exhaustos, bajaron las escaleras y tomaron sus patinetas olvidadas.

Estrellas y una amena charla fue lo único que les hizo compañía todo su camino.

Abrió la puerta de su casa para intentar asimilar todo lo que había pasado. Tiró un bufido y cuando abrió sus ojos sus tres hermanas estaban enfrente de él.

“Reki ¿por qué tardaste tanto?” “¿Con quién andabas?” “¿Al menos trajiste algo de comer?”

Más y más preguntas inundaban sus oídos, pero estaba demasiado tímido como para responderlas. Dió respuestas vagas y se escabulló por los pasillos de su casa hasta llegar a su cuarto.

Todo era una nueva experiencia.

Llegar a su casa con el corazón agitado, una risa boba en su cara y las manos sudadas era tan... nuevo.

Nunca imagino estar en una situación similar. Siempre creyó que tener un “seudo romance adolescente” sería como en los libros o series, es decir, la clásica trama de un flechazo a primera vista y después los dos sabrían que era el uno para el otro.

Y no fué de esa manera. Si tuviera que elegir una para describir toda esta situación sería: torpeza. Típico de la misma etapa.

No era como imaginaba que sería, pero para nada era algo malo. Solo diferente.

Su garganta estaba seca.

Pronto se tiró a la cama cansado, tiro un bufido y se dispuso a ver su celular. Tenía un mensaje de Langa.

“Nos vemos mañana, buenas noches”

Era lindo, muy lindo.

“Buenas noches a ti también” Respondió entusiasmado.

Se estaba empezando a acostumbrar a ese tipo de gestos y para nada le desagradaban. Sin duda tener a alguien que te muestre que realmente le importas, era algo encantador, podría ser un gesto pequeño e insignificante para muchos, pero existían y eso ya era suficiente.

Su garganta seguía estando seca y con cierta molestia trago saliva, tal vez dormir lo haría sentir un poco mejor. Decidido se cambió de ropa y se echó a dormir cansado de su agotador día.

[🥜]

Se despertó sin muchas molestias, aparentemente el dolor desapareció entonces siguió con su día como normalmente lo hacía; desayuno, ducha, uniforme y listo. Con eso tenía para salir de su casa. Bueno no sin antes un beso de despedida de su mamá, y por esta vez un aviso de que no estaría en casa esa tarde, tenía un cierto pendiente con los del banco, por lo tanto tendría que prepararse la comida el solito este día.

Reki estuvo de acuerdo con eso, de todas maneras era muy bueno en la cocina, así que no le molestaba. Algo apresurado salió de su casa a la espera de cierto peli-azul, que lo esperaba impaciente en la banqueta.

Por su mente pasó que tal vez por lo ocurrido de ayer la situación entre los dos fuera un poco incomoda, pero nada había cambiado entre los dos, a simple vista.

—Buenos días Reki-kun— Dijo orgulloso de su nuevo aprendizaje.

—Buenos días a ti también Langa-san— Se rió — ¿Se puede saber porque estamos usando honoríficos?— tomó la mano del contrario y empezaron con su camino.

—¡Es que al fin aprendí a usarlos!— levantó su mentón orgulloso —El japonés es difícil, en ocasiones siento que ya lo dominó pero ¡ups! hay más cosas por aprender— sopló.