ABC (Mariana- Gianluca)

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Desde temprano estuvimos paseando por la plaza de San Pedro en el Vaticano, esta vez los padres de Piero nos acompañaban. Teníamos relativamente poco tiempo para el recorrido por la plaza principal y por algunos museos ya que la maestra nos había pedido estar en el hotel a la 12:45pm para irnos juntos al aeropuerto. El recorrido por los museos duro aproximadamente dos horas, con ayuda de un audio guía pudimos apreciar la Capilla Sixtina, el museo Gregoriano Egipcio, las Estancias de Rafael, el pabellón de las carrozas y la escalera helicoidal. Estuvimos otra hora en la Basílica de San Pedro, aunque si por mi hubiera sido, me habría quedado mucho más tiempo de lo increíble que me parecía.

Nos quedaba escasa media hora para ir a un último lugar: el castillo de Saint Angelo, por falta de tiempo solo lo vimos por fuera y descansamos un poco antes de dar por concluido el tour. La familia de Piero se portó muy amable conmigo y en todo momento me sentí incluida y bienvenida. Por la conversación que habíamos tenido Francis y yo la noche anterior, pensé que tendría un comportamiento diferente conmigo, pero el en todo momento actuó normal y esta vez no habíamos tenido oportunidad de estar solos ya hasta que íbamos camino al lugar donde habían aparcado el automóvil, sus padres iban caminando muy delante de nosotros y sus hermanos se habían entretenido en una gelateria.

-¿Cuál es tu veredicto sobre Italia?- Pregunto

-Es maravilloso y bellísimo

-Cuando quieras venir de nuevo, aquí tienes tu casa, estoy seguro de que Mariagrazia también estará contenta de recibirte

-Gracias e igual cuando tú quieras ir a Madrid

-Por cierto, tengo algunas fotos de estos días en donde tu apareces, tal vez podrías darme tu número...

¡Bingo!

-Claro- Dije lo más tranquila posible

-Toma- Me paso su celular para añadir el numero a Nuevo Contacto

-Listo- Sonreí

-Vale, yo te paso las fotos- Sonrió de vuelta

La familia de Piero nos dejó en el hotel y se adelantaron al aeropuerto, Piero y yo solo pasamos por nuestras maletas y esperamos a la maestra. Para ambos hubiera sido más fácil irnos por separado pero la maestra había insistido en que teníamos que movernos juntos al menos al aeropuerto. Al llegar solo teníamos que pasar directamente al control de seguridad ya que no documentaríamos equipaje, claro, no sin antes despedirnos. Pude notar la tristeza en los ojos de Piero al tener que separarse nuevamente de su familia, eso sí, no se cansó de decirles que los esperaba pronto en Madrid. Yo me despedí mucho más rápido pero aun así pude sentir su cariño, solo me pidieron que le mandara saludos a Alba de su parte.

-Adiós, Francis- Le di dos besos y un abrazo rápido

-Luego te mando mensaje- dijo en voz baja

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Aun me cuesta entender porque el tiempo parece ir más lento cuando esperamos algo. El jueves al terminar las clases iría al aeropuerto para tomar mi vuelo a Roma y finalmente tomar un tren hasta Abruzzo. Aunque tenía poco de haber visto a Sara, estaba ansioso por estar con ella nuevamente, la extrañaba mucho y claro que también estaba contento de ver a mi familia. El viaje era un buen momento para llevar algunos regalos muy españoles, lo que ocuparía más de la mitad de mi equipaje.

-¿Entonces mañana tú vas y me llevas?, ya ves que te había dicho que no tenía sentido irme en un taxi y mucho menos pagar para dejar estacionado el auto en el aeropuerto

Silencio.

-¿Mariana?- La mire desde la cocina, estaba acostada en uno de los sillones de la sala, utilizando el celular y con la tv encendida. Desde que regreso de Italia, Mariana había estado más distraída en el celular pero por más que le preguntaba a que se debía, ella decía que era algo normal-¡Mariana!- Le lance una toalla de cocina

En algún lugar de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora