—Capítulo 04—.
“Abrázame”.
—¿Estás nervioso? —le preguntó ella, sujetando las riendas de su caballo, con la mirada al frente.
Erwin la miró de reojo, al igual que la mujer, sobre su caballo, sujetando las riendas, con la mirada al frente en alto, mientras se preparaban para cuando la puerta se abriera, estando Keith adelante, a punto de iniciar con sus motivacionales gritos y sermones eufóricos.
—Para nada.
Erwin le contestó y regresó su mirada al frente, por supuesto, su amiga le preocupaba más lo que pasaría hoy que, la misión en sí. Pasara lo que pasara, ella viviría y, su escuadrón igual, eran fuertes, sólo debía mantener atrás a Alan y Petra, que todavía eran novatos y, sólo entrarían a la acción si era necesario.
El resto sí que estaba tenso, el miedo era inevitable. Estaban por salir hacia el mismo infierno.
—Ya regresa con tu escuadrón, te necesitan; yo estaré bien —ordenó Erwin.
El rubio sí que lucía algo tenso, inclusive molesto, tal vez. Posiblemente en su interior sí que estaba frustrado por toda aquella situación, no sólo debía lidiar con los titanes y proteger a su escuadrón, también tendría que lidiar en algún punto con Levi y sus dos amigos. Debía estar alerta, en cualquier momento haría lo posible alguno de ellos por hacer que Erwin se apartara de todos, para matarlo.
Ella desacató la orden directa de este, manteniéndose firme y mirando al frente con indiferencia, ignorándolo.
—Voy a quedarme contigo hoy —decidió ella.
Erwin bufó con frustración, mientras los caballos avanzaban poco a poco en la fila, molesto por la actitud de la mujer tan terca.
—No te necesito, Leonhart.
Ella lo ignoró nuevamente.
—¡________ Leon...-
Antes de que él pudiera reprenderla severamente, Keith empezó a gritar, oficialmente empezaba la salida al infierno. El rubio de cejas pobladas frunció el ceño con molestia, azotando con fuerza las riendas de su caballo para empezar a tomar velocidad y casi al mismo tiempo la mujer repitió su acción.
—Déjame afrontar ésto solo, en serio, por favor.
Ella le dio una mirada llena de incertidumbre, pero, los ojos de Erwin estaban tan decididos y, realmente le pedían aquello que, tras darle una última mirada fulminante, se desvió hacia la derecha, hacia su escuadrón, cruzando posiblemente por última vez, esa fugaz y filosa mirada joven del dichoso pelinegro.
Sintió un nudo en su garganta y un ardor en el pecho apenas este le miró de reojo. Levi Ackerman, ¿Por qué tuviste que tomar ésta decisión? Ella debía admitir que... le hubiera gustado que él se quedara un poco más. Y oficialmente, esa fue esa última mirada, fue ese último revoloteo en el vientre y, ese fugaz latido.
—¡Capitana! —Exclamó con alegría la pelirroja Ral sujetando las riendas de su caballo.
Al parecer, ella era la única capaz de sonreír en toda esa situación después de todo. Le dio una media sonrisa a la menor y, se posicionó al frente de todos estos, con la mirada hacia el frente. Por ahora, todo estaba tranquilo, no faltaba mucho para toparse con el primer titán.
Lamentablemente el clima no era nada favorecible, eso le preocupaba, los caballos avanzaban, pero, además del cielo gris y el mal presagio, la niebla se extendía con rapidez por los alrededores. Estaba preocupada por Erwin realmente, podría ser acorralado en cualquier momento y, ser atacado desprevenidamente entre la niebla. Erwin podría con Isabel y Furlan, tenían técnicas de pelea malísimas en comparación a la de un cabo o, algún capitán formado académicamente.
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LA CAPITANA [Levi × reader]
أدب الهواةLa capitana Leonhart tiene muchos secretos guardados, su pasado le persigue y, su futuro le aterra. ¿Será capaz su endurecido corazón por el miedo de amar a otra piedra fría?, ¿Su pasado le permitirá tener un futuro con éste hombre? Ella sólo espera...