Capítulo 3: intrusos raros.
P l a n e t a m a d r e.
N.O:
― ¡Alto ahí camarada! ― Exclamó el tipo con mascara canina, apuntando con lo que suponía sakura, sería una pistola, con la diferencia de que ésta tenía el cañón un poco (muchísimo) más alargado. Alejó rápido su antebrazo con el intercomunicador al ver como aquella pistola era apuntada en su dirección. Afortunadamente para la Haruno, el mensaje ya había sido captado por sus compañeros.
― Venimos en son de paz, por favor, baje el arma. ― Dijo la peli rosa, alzando sus manos dando a entender que se “rendía”. Miraba seriamente al “perro” (Nombre que había decidido ponerle al tipo con mascara canina) esperando que éste bajara su “pistola”. El hombre hizo el ademán de querer bajarla, pero una voz se lo impidió.
― Ni se te ocurra bajar el arma, Kiba. ― Advirtió una voz masculina, haciendo que tanto Kiba como Sakura pegaran un saltito en sus lugares. ― Como dijo mi subordinada, no venimos con intenciones peligrosas. ― Otra voz se hizo presente, se trataba de Madara, quien estaba bajando lentamente de la nave junto con el resto del equipo.
― Es sorprendente que hablemos el mismo idioma. ¿Son acaso de éste planeta pero de otro país? Responde. ― Exigió el peli plata, tocando con su mano el mango de su arma, asegurando que tuviera su pistola y su catana.
― Amanecimos exigentes ¿eh? ― La carismática voz de Óbito se hizo presente. El comentario no hizo nada más que enojar a Kakashi. En un rápido movimiento el Hatake sacó su pistola y disparo al suelo un delgado palo de lo que suponía la tripulación era metal. Metal que estaba ardiendo, pues al ser disparado a los pies de Madara, quien ya se encontraba en tierra firme junto con el resto de la tripulación, literalmente perforó la tierra que estaba a unos centímetros del azabache, creando un pequeño pero profundo hueco. Ahora sí, los nervios de la tripulación aparecieron, pero no fueron demostrados por ninguno de la misma.
Sasuke golpeo a su estúpido compañero en la cabeza. El resto agradeció mentalmente al menor por eso. Óbito soltó un pequeño quejido, seguido de un poco audible “perdón.”
― Amanecimos graciositos ¿no? ― Escupió con sarcasmo el peli plata, escuchándose luego las risas contenidas de dos de su equipo. Una sonrisa arrogante se instaló en su cara, aunque no se pudo ver por su máscara negra y por su casco.
― Discúlpalo, por favor. Es un poco idiota... a veces. ― Comento Madara, intentando dar una sonrisa amable. Lo último que quería era provocar una guerra con un posible planeta habitable. Luego de decir aquello se escuchó un “¿Un poco?”, susurrado por uno de su tripulación, Shisui, para ser más específicos, después un “Cállate a la verga, pendejo.” Por parte de Óbito se hizo presente. Todo en susurros poco audibles.
― Concuerdo con eso de que es idiota. Pero, de todas formas, la idiotez de tu compañero no responde a mi pregunta. ― La voz de Kakashi se escucharía más seria de ser posible. Uno de sus ojos, oscuro como el carbón y el otro metálico y tan rojo como la sangre, miraban a Madara con una extraña mescla entre agresividad y sereno. Madara podía jurar haber sentido el escalofrío de sus compañeros mesclado con el suyo propio. Aquella persona en verdad tenía un aura atemorizante.
Kakashi, en un intento de ser tomado en serio por aquellos extranjeros, tomó de nueva cuenta su arma y apretando el gatillo una nueva bala ardiente salió disparada hacia los pies de la “tripulación”, siendo ahora Sakura la más cercana a la bala recién disparada. Los oídos de Kakashi lograron distinguir el sonido de la saliva al ser pasada con nerviosismo, un gruñido bestial logró poner los pelos de punta a la tripulación, pues no solo la suya propia había gruñido, sino todas las demás bestias gigantes detrás de Kakashi. ― Respondan. ― Exigió al no recibir respuesta, no notando el incremento de su olor, logrando así que este llegara a las fosas nasales de la tripulación, quienes muy desconcertados por el nuevo olor miraron con incredulidad a los varios jinetes frente a ellos, notando por primera vez el olor dulzón que los rodeaba, del cual no se percataron hasta ese momento, pues el shock inicial de los jinetes y sus armas no los había dejado examinar el lugar, notándose Sakura la más sorprendida por el repentino olor, pues ni ella misma había notado el dulce del aire.
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•[ᑭᒪᗩᑎETᗩ ᗰᗩᗪᖇE]•
FanfictionLa tierra ha sido destruída por un gigantesco asteroide. El tiempo para llegar a la nave se ha acabado y las puertas han sido cerradas. Los gritos desgarradores inundan los oídos de los tripulantes y el casco de la descomunal nave es rasguñado con f...