Capitulo 11: ¡Perritos!
P L A N E T A M A D R E.
N.O:
Habían salido hace tan solo unos pocos momentos del establo. Kakashi le había invitado a ir a alimentar a los perros de este y de paso le había asegurado que no se veía como el perro gigante de Kiba. Eso lo había tranquilizado un poco, puesto a que no estaba acostumbrado a ver animales tan grandes.
Ahora mismo se encontraban caminando a una parte del jardín que Obito desconocía, el peliplata nuevamente lo iba guiando se la mano y eso de alguna forma le hacía sentirse bien, aunque confundido.
Cuando habían pasado por las áreas de entrenamiento ya no había ni un alma, supuso que habían ido a descansar o el entrenamiento simplemente se acabó.
—¿Tú también vas a los entrenamientos? — preguntó curioso, Kakashi lo volteó a ver un segundo y luego siguió su vista al frente.
— entreno solo por las mañanas, luego solo los superviso. — y siguió con su camino.
— ¿Qué estilo de combate practican ustedes?
— Zhuri. Se le conoce como el antigüo arte del asesinato. — Obito lo miro estupefacto, Kakashi no tuvo que voltearse para saber que expresión estaba haciendo.
— no matamos a nadie. — Obito suspiró. — a menos que sea necesario. — y volvió a atragantarse. Kakashi lo miró un momento, una expresión divertida adornaba su rostro, mas sin embargo el contrario no pudo apreciarla debido a la máscara del Hatake.
— ¿Tú prácticas algún estilo de lucha? — preguntó, esquivando un arbusto en el proceso.
— todos estamos instruidos en artes marciales.
— Ah… — y un silencio incómodo reinó.
Siguieron caminando por otro rato hasta que llegaron a un bello claro lleno de flores con una pequeña y acogedora cabaña en la mitad. Obito pudo ver cómo a Kakashi se le iluminaban los ojos mientras se acercaba.
Al estar a una distancia consideraba de la pequeña casita, Kakashi se quitó su máscara bajo la atenta mirada de Obito, llevó sus dedos a su boca y con una gran bocanada de aire chifló. Obito juró sentir el piso temblar después de que Kakashi silbara, y de la pequeña cabaña, por una pequeña cortina de tamaño mediano salieron un montón de perros que corrían a toda velocidad en dirección al Hatake. El Uchiha supo que los animales se le iban a lanzar al Omega encima.
— Kakashi. — lo llamó, pero el platinado no respondió.
— ¡Kakashi! — dijo más fuerte, pensando que el Omega no lo había escuchado. Los animales cada vez estaban más cerca.
— ¡KAKASHI! — y cuando estaba a punto de tomar al Omega en brazos para sacarlo de ahí, vio como este extendía sus brazos, como esperando a que los caninos llegaran. Obito se detuvo en seco y los perros se lanzaron hacia el Omega, derribándolo en el proceso. Obito se tapó la boca con ambas manos.
Kakashi estaba en la cama de flores, con un montón de perros encima que lo lamían y pisaban como si nada, pero lo que dejó frío al Uchiha, fue la agradable y tierna risa que soltaba el Omega al recibir el cariño de sus animales. Obito sintió un calorcito en el pecho tras ver aquella imagen. Decidió entonces sentarse al lado del Hatake que continuaba en el piso, y sin ningún miedo empezó a consentir un pequeño perro café con una mancha en uno de sus ojos, este se dejó contento.
— ese es el más mimado. — le dijo Kakashi, que ahora tenía recostada la cabeza en uno de sus perros, uno que parecía tener gafas de sol. Tomó unas cuantas flores y empezó a trenzalas, al poco tiempo tenía una bella corona de flores que le entregó a Obito. Este la recibió gustoso y la puso en la cabeza del platinado.
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•[ᑭᒪᗩᑎETᗩ ᗰᗩᗪᖇE]•
FanfictionLa tierra ha sido destruída por un gigantesco asteroide. El tiempo para llegar a la nave se ha acabado y las puertas han sido cerradas. Los gritos desgarradores inundan los oídos de los tripulantes y el casco de la descomunal nave es rasguñado con f...