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-Tu...¿todo este tiempo?

Apenas unos centímetros nos separaban, en su mirada se veía la decepción, su rostro reflejaba molestia, no sabia que decir, sabía que todo mi secreto se había ido a la mierda, aun así no podía admitirlo frente a él.

-Charles.-pronuncie tratando de tomar su mano, la cual corrió.

El salió tan rápido de la habitación que no me dio tiempo a asimilarlo, pareció importarle mierda que eran las 3 am y todos dormían ya que azotó mi puerta.

Me puse rápidamente una playera larga y salí tras de él, mis ojos ardían, ¿se acabó mi relación?, ¿tuve que decirle la verdad?, mil cosas pasaron por mi mente.

-Charles!, no espera.-agarre su brazo antes de que subiera al carro.-déjame explicar...

-¿explicarme qué Morgan?!.-de manera brusca se soltó de mi y me encaró.-¿del hecho que me mentiste todo este tiempo?, ¿del hecho que te arriesgaste, saliste lastimada y ni siquiera lo supe!?-pegue un salto a su cambio de voz, prácticamente estaba gritando.

-Char..

-¿Del hecho que no confiaste en mí ?.-su mirada se suavizó, me quedé callada a su lado, él sin más se subió y se fue.

Allí me quedé yo, con la mirada en el piso, el clima helado no me importaba, solo dejé que mis lágrimas corrieran por mi rostro y cayeran al piso, la voz de Susie interrumpió mis pensamientos. La cual estaba en la entrada con sus brazos cruzados.

-Preparare el agua para el té.

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Estuve todo el resto de la noche llorando mientras le explicaba a Susie con lujo detalle lo ocurrido, ella me consolaba, pero con solo recordar que se fue dejándome allí con la palabra en la boca me ponía a llorar otra vez.

Por lo que cuando Toto y Jack se levantaron me vieron raro ya que tenía mis ojos todos hinchados y rojos, evité las preguntas de Toto y salí de casa a dar una vuelta.

Había llamado a Charles mínimo unas cincuenta veces, la cual en cada una de ellas me mandó a buzón, estaba agotada, no había pegado el ojo en toda la noche pero no quería dormir hasta recibir noticias de Charles.

Por lo que opté por llamar a Carlos, solo le pregunté si podíamos vernos, el cual accedió, estaba junto a Checo tomando desayuno en el hotel donde todos se estaban quedando.

Al llegar me puse mis lentes para disimular un poco mi apariencia, alguna que otra persona me volteaba a ver por mi outfit, converse con una camisa, si levantaba los brazos se me vería todo, ni siquiera me cambié de ropa.

-¿Te arrolló un camión? .-dijo el mexicano dejándome caer en la silla, Carlos poso su vista en mi pierna confundido pero no dijo nada.

-Necesito ayuda.-El madrileño puso su chaqueta en mis piernas, a lo que le agradecí con una sonrisa triste.

-¿Que paso con charles?, anoche llegó golpeando todo a su vista, cuando salí a ver que coño pasaba, me mando al demonio y cerró la puerta en mi cara.

-Tuvimos una situación anoche.-me saque los lentes y los deje encima de la mesa.

-Oh wow, ¿que paso para que tu maquillaje se viera así? .-volvió a preguntar el español, voltee a mirar a Checo, y no hizo falta decirle, él lo entendió.

-¿Lo sabe verdad? .-asentí y Carlos frunció el ceño.

-¿Saber que?, ¿estás embarazada!?.-Él cubrió su boca con sorpresa pero negué al instante.-¿entonces que es?

No tuve de otra que contarle, y una vez más me encontraba llorando, Carlos estaba sorprendido, tanto que no dijo nada, era demasiada información entrando a su cabeza, agradecia que nadie a nuestro alrededor hablara español, pero nos daban miradas raras, uno sorprendido con la boca por el piso, la otra llorando y el otro consolando.

Se veía buenísimo el chisme para la vista.

-¿En qué estabas pensando? .-preguntó molesto por lo que me sorprendí, no me esperaba esta reacción de él.

-En correr.

-No la regañes Carlos, ya está bien.

-Tenes razón, !que la regañen los otros 18 pilotos también!.-baje mi mirada.

-Ya déjala Carlos.-este lo regaño.

-¿Cómo me pides eso?, es peligroso ser piloto Sergio, me alegro que no haya pasado a más, pero ¿que y si no vivia para contarlo? .-El tono de su voz se fue disminuyendo.

-No paso.-dije yo en voz baja.

-Morgan, en cierto modo entiendo a Charles.-yo levante mi mirada-él pensaba que estabas a salvo todo este tiempo, saber que eres Cameron le subió el miedo, saber que todo este tiempo estuviste en peligro constante, de saber que ya tuviste un accidente y él no lo supo.-apunto a mi pierna.

-No quiere perderte Morgan, por eso su reacción, no quiere volver a perder a alguien que ama.-a mi mente vino la imagen de Jules- menos si es su novia.

-No contesta mis llamadas Carlos, he tratado toda la noche.

-Debe de estar en su habit...oh, olvídalo está aquí.-voltee mi vista y ahí estaba él, apunto de salir del hotel, salte de mi silla y sali detras de el.

-!¿Y tu porque no dijiste nada el día del accidente?!.-escuche a Carlos reclamar, Sergio solo levanto sus manos.

El no me vio, tampoco se había cambiado de ropa, seguramente los lentes ocultaban sus ojeras, antes de que se subiera al auto me puse frente a él, obstruyendo el paso.

Yo estaba preparada para que me gritara, pero su boca se volvió a cerrar al ver mi aspecto demacrado.

-Súbete.-ordenó, a lo que sin dudar hice caso, estuvo manejando unos minutos, los cuales se me hacían eternos, ninguno dijo nada, podía escuchar el latido de mi corazón yendo a mil, se estaciono y nos bajamos, llegamos a una playa, la cual solo habían unas pocas personas.

-Lo siento si te mentí, lo siento por no decirte que era cameron, siento que te hayas preocup....-Me quedé callada al sentir sus brazos rodearme, él soltó un suspiro en mi oreja, lo abracé de vuelta no queriendo soltarlo nunca.

-¿Estás bien?

-He estado mejor, ¿podrías perdonarme? .-El rompe el abrazo y se quita los lentes para mirarme, lo mire triste al ver sus ojos irritados, había estado llorando.

-Siento haberte gritado anoche hermosa.-acarició mi mejilla.- no me gusta verte llorar, lo siento por hacerlo.

-Tuve que haberte contado antes.-el nego.

-Entiendo por qué lo ocultaste, pero no pude evitar pensar en que podría perderte en alguna carrera.-Sus ojos se cristalizaron.

-Me pasa exactamente lo mismo contigo Charles, estoy rogando siempre para que vuelvas conmigo.

-Es que pensar que te podría perder a ti también, me destruye el alma.-lágrimas amenazaron con salir.

-Prometeme que volveras siempre a mi Charles.

-Solo si tu me prometes que lo harás.

-Lo prometo.

-Entonces, yo también.

Nuestros labios se juntaron en la orilla del mar, junto con una promesa, que esperábamos se cumpliera.

The Faceless Driver - Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora