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—Buenos días, bella durmiente —saludó Kang a su mejor amiga al verla aparecer en una apariencia descuidada. 

"Quizá le costó conciliar el sueño", pensó ella.

—Buenos días, Sseul —respondió en un volumen bajo la canadiense, tomando asiento en una de las sillas altas que estaban cerca de aquella isla de la cocina—. ¿Qué planes tienes para el día de hoy? 

—No muchos, hoy es domingo... así que... —dándose vuelta, pues había estado sirviendo algo de café en su taza, se acercó hasta su amiga pero fue cuando se dio cuenta de algo en ella—. ¡Seungwan! 

Dejando su taza, a duras penas sobre la superficie, tomó el rostro de su amiga para elevarla cuidadosa a modo de exponer más su cuello; y, es que, en esa zona localizó una clara marca como si la mujer se hubiese tratado de hacer daño con algún tipo de soga u otro material como para dejar rastro de éste en su piel delicada. 

—¡Ah! ¡Seulgi! —habiendo resistido unos minutos, apartó con cierta fuerza a su amiga—. ¿Qué te sucede? 

—¡¿Qué te has hecho, idiota?! —exclamó la pelinegra con fuerza, temerosa por lo que pudo haber realizado su amiga la noche anterior. 

—¡Nada! ¡Nada! ¡¿A qué te refieres?! —mencionó la canadiense ya preocupada, acariciando su cuello. 

—Tienes una jodida marca ahí... —la señaló directamente, teniendo sus ojos medios cristalinos por el susto obtenido—. ¡¿Qué te sucede, Wendy?!

—¡NADA! 

Wendy descendió abruptamente de aquel asiento, corrió inmediatamente hasta algún apartado con espejo para poder chequearse y examinarse, pues, no sentía algún tipo de dolor en esa zona de su piel. Por este mismo hecho, quedó sorprendida al notar un tono morado y recto que la rodeaba como si algo la hubiese apretado al dormir. 

—Qué mierda... ¿Qué diablos es esto?

Ya con un miedo correspondiente por todo ello, sus manos empezaron a temblar así como su corazón se apresuró en su latir, dejando a la mujer estupefacta por los últimos acontecimientos en su vida. 



Por otra parte, siendo ya las nueva de la mañana con los minutos avanzando, Sooyoung había sido dirigida a otra locación junto a la proxeneta y dueña del burdel, siendo ella ahora responsable de la joven que seguía reposando en la que sería su nueva habitación. Joohyun mientras tanto se encontraba sumamente ocupada en sus llamadas, contactándose con gente que trabajaba directamente para ella, así como otros nuevos socios con los que estaría próxima a relacionarse. 

Todo eso desde tan temprano para su gusto. 

—Sí, te estoy diciendo que estoy armando un nuevo catálogo con todas las chicas que tengo a mi disposición, Dios —decía en la llamada con un tono ya pesado por el estrés que aquella persona le estaba cargando. 

Dando vueltas en su espaciosa sala, decidió dirigirse hasta su cocina para obtener algo de agua de una de aquellas botellas que disponía. 

—Limítate a compartir el catálogo cuando lo tenga hecho, ¿ok? Solo con las personas de siempre, no quiero que vuelvas a intentar un nuevo modo de publicidad. Gracias. 

Y antes de seguir oyendo a ese hombre, decidió cortar la llamada. Detalle que hizo en un momento exacto, ya que Joy fue bajando en ese momento del cuarto que le había sido asignado. Las prendas vestidas eran las que Irene decidió dejarle a su acceso cuando despertara.

reincarnationem | wenjoy au +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora