Johanne se dirigió con pasos firmes, sin temor alguno ni duda en ella hasta el área de descanso de sus padres dentro de tan enorme castillo. Debía de hablar con ellos de una buena vez, antes de que el rumor de la expulsión sobre aquel hombre llegara a oídos de estos por otros empleados de la familia real. Tenía que ver el método por el cual pudiese encubrir la ida de éste servidor sin que los reyes sospecharan, ya que también había quedado con su palabra de resguardar a la familia del viejo hombre; y para ello consideraba realizarlo a espaldas de su padre. Era su única opción, ya que sabía que éste se negaría ante tal acto condescendiente; y no es porque el rey sea alguien de maldad, simplemente que necesitaba una explicación ante tal enredo y Johanne no estaba lista para explicar de más por sus actos.
Y entre tanto pensamiento, llegó a la zona donde su padre siempre reposaba a dichas horas. Con calma, tocó la puerta de éste un par de veces, esperando oír la voz que le daría permiso a su ingreso; sin embargo, así no fue y eso le pareció sumamente raro a la princesa, puesto que su padre era un hombre de rutina y esa hora siempre lo pasaba dentro de esa habitación para leer y escribir un poco, alejarse un poco de tanto ajetreo en su posición. Así que, segura de que algo andaba mal, se atrevió y osó a abrirse paso dentro del cuarto, topándose así con la figura semi vestida de su padre más la desnudez de una de las empleadas de la familia.
La princesa sorprendida e impactada por dicho encuentro, no pronunció ni una minúscula palabra en el momento. Las otras dos personas se apresuraron a vestirse mientras la de vestido rojo seguía plantada en la puerta, mirando con su rostro totalmente tenso.
—Johanne, ¿Qu-Qué haces aquí? — preguntó el rey después de un pequeño rato, ya cuando al menos se había vuelto a poner sus pesadas prendas.
—¿Por qué ella está aquí? — devolvió la cuestión la princesa, sin haber soltado la perilla de dicha puerta.
—Disculpe... — ya más vestida la sirvienta, intentó rodear a Johanne e irse de ahí, pero esto le fue impedido para cuando la susodicha la tomó de la muñeca con su mano libre.
La joven miró con cierto temor a la princesa, no sabía como reaccionar ante esa acción de ella. Johanne descendió su mirada para clavarla en la miserable muchacha que ya hasta estaba a punto de llorar.
¿Acaso no podría mejorar ese día?
—¿A dónde crees que te vas? — preguntó, una vez más, con aquel tono firme y hasta con un pequeño toque ronco en su voz. Todo a causa del enojo que la había consumido.
El rey no sabía como reaccionar aún hasta ese punto.
.
—¿Por qué debemos de ir ahí? ¿Por qué no podemos buscar otra opción? ¡Debemos irnos de este reino! — seguía insistiendo la menor mientras seguía el paso a su cuñada, quien no se había detenido desde que salieron de su antiguo hogar. —¡Gwen! ¡Hazme caso! ¡Dios! — gritaba a un volumen necesario, tampoco como para ser el centro de atención dentro de esas calles algo transitadas.
—Emma, entiende. — respondió finalmente la mujer, cesando su andar para girar y observar a la menor. —Mis padres fueron los que consiguieron, ya hace un tiempo, un empleo para mí dentro de la familia real; sin embargo, al casarme con tu hermano, me até a vivir con él y a trabajar según lo que él quisiera.
—Perdiste una gran oportunidad. — prosiguió la menor, comprendiendo algo mejor que lo que anteriormente había escuchado por Gwendolyn. —De todos modos, me parece una locura... No creo que me reciban, el trabajo fue hecho y buscado para ti, no para mí. — decía ahora con un tono más cabizbajo.

ESTÁS LEYENDO
reincarnationem | wenjoy au +18
FanfictionUna pareja prohibida juró amarse después de la muerte. Juraron no separarse incluso en su otra vida. / son seungwan & park sooyoung. / wenjoy au. / drama, romance. / +18.