38

517 41 2
                                    

Con mi cabeza recostada en su pecho podia escuchar su corazón, pese estar bajando una colina a esta velocidad no parecía asustado en lo mas mínimo, por otro lado aunque no me fuese fácil enfocarme en mi misma en esta situación se que mis mejillas están sonrojadas hasta cierto punto.

Finalmente después de casi un minuto, el cual sentí como un siglo, habíamos bajado sin ningún tipo de herida.

-Gracias Ayanokouji.

-No hay problema, pero ¿podrías soltarme?

-Perdon.

De forma inconsciente estaba aferrándome a el, que vergonzoso.

-Cerca de aquí hay una cueva, deberíamos ir.

La lluvia sigue cayendo de forma incesante, no me sorprendería que aumentara viendo como las nubes son tan oscuras.

-Por favor guíame.

Ayanokouji solo asintió y empezó a caminar un poco rápido, me cuesta un poco adaptarme a su velocidad.

Aunque esperaba que nos íbamos a demorar antes de llegar, la encontramos muy rápido, gracias a la forma tan experimentada en la que Ayanokouji andaba.

La cueva estaba escondida por la naturaleza, si no fuera por que fui guiada jamas la habría encontrado, una vez entramos me di cuenta de lo espaciosa que era, incluso hay algunas formaciones que me podrían servir de sillas.

-Relájate, vamos a estar aquí por un buen rato

Después de decir eso Ayanokouji se quito la camisa, y cuando estaba a punto de bajarse el pantalón me gire para intentar no verlo, cuando intente dar un vistazo me decepcione, me di cuenta de que Ayanokouji llevaba shorts por debajo.

-No voy a mirarte, deberías quitarte la chaqueta por lo menos, puedes resfriarte.

-No te preocupes, no me siento avergonzada, ademas me gustaría hablar, y no me siento cómoda hablando a la espalda de alguien.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Al voltearme vi a Ichinose con una mirada seria.

-Gracias por ayudarme, si no fuera por ti no se que me habría podido ocurrir.

El lugar donde Ichinose cayo era realmente peligroso, la forma en que cato podría haberle fácilmente roto algunos huesos.

-No te preocupes, hice lo que cualquiera hubiera hecho.

Ichinose hizo una sonrisa un poco forzada.

-Aun así muchas gracias.

Ichikose parecía tener algo mas que decir.

-Ayanokouji, ¿puedes responderme una pregunta?

-No puedo responderte a todo, pero lo que si puedo te lo responderé.

-Estoy convencida de que eres uno de los estudiantes que de una forma u otra son increíblemente hábiles, ¿porque escondes tus habilidades?

-Ichinose, no entiendo que no comprendes, yo no soy un estudiante increíble como tu crees, incluso lo que ocurrió hoy fue suerte, yo solo soy un chico normal.

Si no fuera porque Ichinose es la antítesis de las ambiciones de mi padre jamas me involucraría con ella, pero por esta misma razón quiero ver cual es el limite de aquella filosofía que el ha despreciado tanto.

-Ayanokouji, quiero que sepas que si algún día necesitas ayuda de algún tipo, estoy yo para ayudarte, siempre y cuando no sea nada raro.

Ichinose carcajeó un poco pero al cruzarse con mi mirada se sonrojo, aunque lo del favor sexual le pone algo curioso, quiero ver hasta que punto Ichinose es capaz de llegar. Por otro lado no puedo imaginarme una situación donde necesite pedirlo un favor realmente grande.

-No te preocupes.

Luego de mi respuesta el silencio tomo lugar sin que ninguno de nosotros dijera una sola palabra.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

No olvido.

Gente valoren a sus amigos, y si ven que no son valorados de la misma manera aléjense, me di cuenta de que nunca le importe s unos conocidos, ya pasaron tres años pero hasta ahora me doy cuenta.

La x en tu corazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora