¿𝐃𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐦𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐚𝐬?

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖈𝖊

━ Ay dios mío, que dolor...━ Dije agarrando mi cabeza.

Anoche, salí de fiesta y me tomé hasta el agua de los floreros.

━ Eso te pasa por salir de fiesta...━ Excusó mi hermano con la vista en su ordenador.

No sabía lo que estaba haciendo, pero tampoco me importaba.

Llevaba poco más de tres semanas sin hablar con Gavi. Venía a casa y tal, pero no nos hablábamos, me miraba mal, y a mi me dolía que hayamos vuelto a lo mismo del primero día.

━ ¿A donde vas?━Pregunté al ver a mi hermano dirigirse a la puerta.

━ Gavi tiene que ir a recoger a su mejor amiga al aeropuerto.

¿Mejor amiga? ¿En qué momento?

━ ¿Puedo ir?━ Eres idiota, Abigail.

━ Si quieres...

Corrí a ponerme unas Jordan azules y amarillas y cogí las llaves del coche.

━ El primero que llegue, conduce.━ Él corrió y yo hice lo mismo. Los dos teníamos llaves del mismo coche, al igual que yo tenía llaves de su Mini Cooper y su Cupra, él tenía llaves de mi Range Rover roja.

Los dos teníamos la misma capacidad de velocidad, pero yo le ganaba un poco al ser más flexible por genética.

— ¡Ja! ¡Te gané!— Él se dispuso a llevar las manos a sus rodillas.— Vaya flojo. Y eso que eres deportista...— Dije mientras abría la puerta de mi coche.

— Lo que digas...— Rodó los ojos y se subió a mi lado.

Puso su playlist reproduciendo "La Playa del inglés" de Quevedo.

Mierda.

Puede que se me haya pasado un poquito decirle lo del videoclip de Quevedo.

Que sea sorpresa.

Me puse las gafas de sol y mi hermano me miró.

— ¡Ole ese flow! Yo también quiero.— Sacó unas gafas de la guantera y se las puso. Reí negando mientras tenía la vista al frente.

Comenzamos a cantar "Sin señal" y de reojo vi como subía su móvil para grabarnos.

Dejé un beso en su mejilla y volví a conducir.

Al rato, llegamos a La Masía, donde estaba Gavi esperándonos con la vista en la pantalla.

Frunció el ceño al verme, por lo que miré a otro lado tratando de tragarme el puto orgullo.

— Pensé que vendrías solo.— Dijo sentándose atrás.

— Soy su hermana, corazón.— Contesté de mala gana.

— No te he preguntado, estaba hablando con Pedri.— Lo fulminé con la mirada por el retrovisor y me giré.

— Si vas a tratarme así, puedes irte caminando. El aeropuerto queda a dos horas caminando, tampoco es tanto.— Le sonreí irónica, mi hermano nos miraba expectante.

— Gavi tío, es mi hermana, quería venir.— Contestó Pedri.

— Da igual, ya está.— Se cruzó de brazos y arranqué camino al aeropuerto.

Cuando llegamos, me quedé dentro del coche mientras ellos estaban apoyados en la puerta.

Cogí mi móvil y miré Instagram para pasar el rato.

— ¡Pablo!— Escuché una voz femenina. Luego vi como Gavi se acercaba a una chica lentamente, y cuando llegó a su lado, la abrazó alzándola del suelo y dejando un beso en su mejilla.