— No te podemos dar el alta. Tu tensión baja cada vez más, necesitas medicina.— Explicó la doctora.
Llevábamos ya 3 semanas en este infierno, y no hacía gracia.
Últimamente, me mareaba con facilidad, por mucho que estuviera acostada o sentada.
Me daban migrañas terribles que pareciera que la cabeza me explotara.
— Amor... ¿estás bien?— Gavi se sentó a mi lado acariciando mi mejilla.
La verdad es que tenía demasiado dolor de cabeza, pero tampoco quería decirle nada porque no quería preocuparlo.
— Si...— Le sonreí como pude.— Estoy bien, no te preocupes.— Besé la palma de su mano.
Bajé su mano y comencé a jugar con sus dedos.
Me sentía algo mal, tenía un peso en el pecho que me hacía casi no poder respirar.
Los doctores me habían dicho que me dejarían más tiempo aquí hasta que la cosa mejorara, cosa que no se veía que hiciera.
— Estaremos pendientes de ti, Abigail.— Michelle, la doctora, me sonrió y salió junto a las enfermeras.
Comencé a toser de la nada, provocando que una sola vez, se convirtió en una tras otra, hasta que casi no pudiera respirar.
— Amor, amor, respira.— Escuché a Gavi, alterado.
— N-no p-puedo.— Dije como pude.
— Abigail, respira.— Exclamó alterado.
Comencé a toser más y más, por lo que Gavi salió corriendo y yo me quedé tratando de buscar oxígeno.
Cuando llegaron los doctores y enfermeros, me pusieron oxígeno inmediatamente, ayudándome a respirar nuevamente.
Dejé de toser, y podía respirar con mejor facilidad, cosa que agradecía bastante.
El estómago lo sentía tenso, y la verdad me estaba preocupando.
Llevaba un rato así antes de que empezara a toser.
— ¿Estás mejor?— Asentí y me eché hacia atrás en la camilla. Gavi, empezó a acariciar mi pelo y a dejar besos por todo mi rostro, mientras yo tenía los ojos cerrados y trataba de respirar bien.
Estuvo un rato así, hasta que se separó y me miró a los ojos, sin dejar de acariciar mi cabello.
— Eres demasiado fuerte, ¿sabías?— Sonreí levemente.
— No, no lo sabía.— Lo miré un poco cansada, pero sin borrar la sonrisa de mi rostro.
— Pues eres muy fuerte, y te amo.— Dejó un pequeño beso en mi mejilla.— Te amo, te amo, te amo. Te amo muchísimo.— Repartió besos rápidos por toda mi cara por cada "te amo". No pude evitar esbozar una sonrisa más grande.
Seguía incómoda por mi vientre, estaba demasiado tenso.
— ¿Le puede hablar a Gabriel? Es que lleva un rato que la barriga está tensa.— Murmuré.
Bajó su mano a la zona abultada de mi estómago y comenzó a acariciarla con el pulgar.
Bajó su cabeza a aquella zona, dejando un beso.
Sentí un gran relajo cuando lo hizo, por lo que suspiré aliviada.
— Joder, gracias.— Soltó una risita.
— ¿Que pasaba?— Volvió a incorporarse a donde estaba antes, volviendo a acariciar mi pelo mirándome a los ojos.
— Estaba tenso desde hace rato, me incomodaba bastante.— Hice una mueca.

ESTÁS LEYENDO
¿𝐃𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐦𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐚𝐬?
FanfictionAbigail González, hermana del famosísimo Pedro González, más conocido como "Pedri". Es una chica canaria amante del fútbol al igual que su hermano, una propuesta les cambiará por completo la vida a estos dos hermanos. Su hermano, conoce a Pablo Mart...