lusty blood; bamkhun ❗ DESCONTINUADA

XX. ''𝔠𝔯𝔦𝔪𝔰𝔬𝔫 𝔯𝔢𝔡''

Una vez el sol se puso, y el cielo de la helada ciudad se tornó violeta, White llegó al punto de encuentro dentro de su extravagante carruaje.

Se asomó un poco, haciendo a un lado una pequeña fracción del velo que cubría la ventana. Levantó una ceja al percatarse de que Khun no estaba donde se suponía que debía estar.

Un poco molesto se bajó del carruaje, haciéndole una seña al sombrío conductor, éste asintió con la cabeza y se detuvo una cuadra más adelante. Cerrando sus ojos, White comenzó a oler humano tras humano, tras la esencia de Khun.

Dicha esencia no se encontraba cerca.

—Dónde demonios... —masculló entre dientes.

—Aquí —escuchó un susurro y se dió la vuelta en un instante, su movimiento tan veloz que algunos humanos susurraron y adelantaron sus pasos al observarlos. Los gélidos ojos del vampiro se encontraron con los suyos—. ¿Qué sucede?

—¿Dónde estabas? Te dije que... —una vez se dió cuenta de que estaban llamando la atención, lo tomó del brazo para subir al carruaje. Khun se quejó un poco pero luego lo siguió sin chistar.

Una vez dentro, Khun solo pudo tocar su entreceja, frunciendo un poco. Esperando lo que estaba por llegar.

—¿Acaso no te dije que no te acercaras a él? —El vampiro blanco agarró una pequeña caja de jade, poniéndola sobre sus piernas.

—¿De qué estás hablando? Solo porque me retrasé paseando por la ciudad no significa que me haya acercado a Bam.

White lo observó vacilante, los blancos ojos recorriendo su figura. Khun se sintió tan incómodo que sintió náuseas.

—Hueles, no, apestas a él. Ahora sé porqué no te podía localizar.

Las mejillas del vampiro azul se tornaron de un débil rosa. Rascándose la mejilla, Khun solo pudo apartar su mirada a la ventana que ahora yacía descubierta.

—No creo que haber charlado con él fuera suficiente como para desatar una guerra.

—No solo hablaron, —White dijo y las mejillas de Khun se enrojecieron más—. Pues, tienes razón, no es algo que desate el caos, pero, si nos has metido en problemas...

—¿Nos?

White rodó los ojos, negando con la cabeza.

—Vamos Khun, eres más inteligente que esto... —dijo abriendo la caja con cuidado—cuando se trata de ese dhampir, realmente te pones estúpido.

Khun quiso golpearlo y contradecirse aunque el vampiro tuviese la razón, pero se detuvo cuando el otro abrió la boca para continuar.

—Estoy seguro de que los ojos de los secuaces de Jahad estuvieron sobre ti el momento que te bajaste del carruaje—dijo sin más.

—¿Qué quieres decir con eso? —poniéndose la defensiva, Khun se enfureció un poco, pero cuando sus ojos se toparon con lo que estaba en la caja de jade, retrocedió considerablemente, como si el contenido de ella lo asustara y lo dejara sin palabras.

O más bien hipnotizara tanto que prefería alejarse antes de que...

—¿Eso es...?

—Sí... —dijo lamiéndose los labios de forma un poco grotesca—. No sabes lo que me costó conseguirla... no es la única en el mundo, pero si en la región.

Sus azules ojos observan con aprensión el pequeño frasco de vidrio en forma de gota, y el líquido escarlata dentro... espeso y acuoso, la consistencia perfecta de sangre.