CREÍ EN TU PROMESA | YOONMIN [윤민]

CAPÍTULO XVII

— ¿Alguien ha visto a Min? — el alfa buscaba desesperado al delta, habían hecho un trato — maldito delta.

Aquel alfa no era el único que deseaba saber el paradero del delta, varias personas habían hecho un pequeño acuerdo con Yoongi a cambio de pequeños "regalos".

Mientras que en una esquina se podía ver a Jackson buscando a dos personas al mismo tiempo, minutos antes de entrar en pánico se llego a enterar de la presencia de Jimin, en la misma fiesta donde se encontraban antes de perder a Yoongi.

Debía separarlos antes de que se encuentren y pase algo que ambos puedan lamentar después de una noche.

A lo lejos podía ver a un beta acompañado de una alfa, igual desesperados que él. Se acercó con cuidado al par, curiosamente la joven tenía el olor del rubio en ella.

— ¿Ustedes son amigos de Jimin? — preguntó Jackson algo agitado, la alfa asintió en modo de respuesta — ¿Dónde está? Yoongi está en esta fiesta y no creo que un encuentro de ambos sea bueno.

— Ahora que lo mencionas.... Jihyo ¿Dónde está Jimin? — dijo nervioso Tae buscando a su amigo entre la multitud.

La alfa se encogió en brazos mientras volteaba a ver a una hermosa omega que había visto cuando llegaron.

— Mierda...

El delta se había llevado al bello omega a quien sabe dónde, solo ellos sabían dónde estaban. Paredes de color blanco con detalles rojos eran llamativos en la habitación.

Pero no estaban prestando atención en ese momento a los detalles de la habitación, las feromonas los consumían, de igual manera la excitante sensación que sentían sus lobos en esos momentos.

No eran ellos, eran sus lobos amándose solo por una noche.

Hasta que sus humanos decidan volver a amarse como antes.

El cuerpo de Jimin fue empujado contra el suave colchón de aquel cuarto que desconocía, Yoongi se subió encima suyo quedando a horcadas volviendo a unir sus labios con los ajenos.

Jimin era suyo, su cuerpo le pertenecía a Yoongi.

El beso era desesperado, el delta apretaba las muñecas del rubio para que no se suelte en ningún momento, iba a limpiar cada asqueroso rastro que habia dejado la alfa sobre los labios ajenos. Jimin seguía el beso debido al alcohol que tenía en la cabeza en esos momentos.

Pequeños lloriqueos salían de los belfos de Jimin, su cuerpo se retorcía debajo de Yoongi, pero no podía zafarse del agarre.

— Yoongi... no — susurro el rubio separándose del beso, apartó la mirada no quería verlo tampoco quería sentirlo. 

— ¿Por qué no? ¿Es porque no soy un alfa? — gruño molesto ahora clavando sus uñas sobre la pálida piel de Jimin. 

No era solo su lobo el único que tenía control sobre su cuerpo y sus acciones, era también la ira que sentía de solo verlo cerca de la alfa.