CAPITULO XIII

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Ya habían eran casi cuatros días en el que Yoongi intentaba comunicarse con Jimin para poder advertirle de cualquier movimiento extraño de la omega, el era conciente de los daños futuros que podía causarle, tenía en claro que podría terminar con otra orden de restricción, manchando cada vez más su nombre.

El creía que con sus advertencias sería suficiente para que pudiera alejarse de cualquier cosa extraña que llegue a ver en su entorno, pero ya eran dos semanas seguidas donde la omega llegaba con arañazos y moretones en el rostro, brazos y piernas.

En una ocasión llegó con el labio roto y un corte en el brazo, al igual que otro corte en la ceja.

Yoongi seguía dispuesto a proteger al Omega, pero Jimin ya lo había bloqueado de todas sus redes sociales, Jackson se había vuelto en el mensajero de ambos.

En otra ocasión el delta había ido personalmente a hablar con el Omega nuevamente, pero solo recibió un puñetazo en la cara como respuesta dejando su mejilla con un adorno además de la cicatriz.

Aquel día pudo ver que en el rostro de Jimin no habia ningún arañazo o señal de que habían intentado atentar contra su integridad, más que en sus manos que estaban llenas de moretones y cortes.

Ese día llegó nuevamente puntual a la salida de Jimin, pero ahí mismo se encontró a su hermano mayor acompañado de su abuela, aquella alfa logro verlo.

Estaba apenado, sabía perfectamente que la abuela del omega se había llegado a enterar de que ambos habían terminó dejando a Jimin con la marca temporal.

No tenía la mejor imagen frente de la familia del omega.

— Min, ven acá — esa voz fuerte y demandante hizo que el cuerpo del joven se helara — tenemos que hablar.

El joven solo dio media vuelta, con la mirada agachada se acercó a los alfas. Sentía todo su cuerpo arder y los nervios apoderarse de el.

— ¿Porqué mi nieto me pidió poner un orden de restricción junto a una demanda por daños físicos? ¿A tu nuevo omega?

Debía admitir que los nervios se fueron cuando mencionó a la loca que tenía ahora por pareja, levantó la mirada dispuesto a responder pero en su lugar recibió un golpe fuerte en el vientre dejándolo en el arrodillado en el piso.

— Te confíe a mi nieto, mi hermoso zafiro — la alfa miró fijamente al lobo más joven quien solo mantenía las orejas agachadas — ¿Por qué ahora una Omega quiere matar a mi nieto?

— Déjalo abuela, yo lo mando al hospital con cinco golpes.

— Tu golpearas a nadie, yo estoy hablando con él — habló con fuerza mientras aún esperaba una respuesta del joven — has visto que ahora nos piden recoger a los jóvenes, porque una Omega llegó directo a atacar a un joven de esta institución.

— Si, yo no quería que esto saliera de mis manos, ella está obsesionada con alejarme de su nieto, pero su forma de hacerlo es con daño físico — no le tembló la voz, había levantado la mirada manteniéndose firme en su lugar.

— No quiero que el vuelva con arañazos en el cuello ni en los brazos, ahora solo alejate de él y no aparezcas en su vida.

— No creo poder alejarme de su nieto, mi lobo ama a su nieto y yo a él, le prometí volver por él cuando cumplamos la mayoría de edad — ese nudo en la garganta de formó haciendo que su voz temblara y las ganas de llorar lo invadan.

— Un amor adolescente no dura para siempre y tampoco es fiel, yo misma me encargaré de que mi pequeño zafiro no piense mas en ti.

— Señora, por favor usted se escapó para casarse con su difunto esposo, de verdad quiero algo serio con su nieto — su voz se quebró por completo pero no obtuvo respuesta alguna, ambos alfas solo voltearon la mirada dejándolo solo con su respuesta.

CREÍ EN TU PROMESA | YOONMIN [윤민]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora