Capítulo VIII

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Capítulo VIII


Thiago:

Esta situación en la que me están enrollando ya no me gusta, y todo por culpa de ese inútil, después de eso me tratan como un niño pequeño, solo fue un accidente y no fue mi culpa toman conmigo represarías que no me correspondían, esto de ser vigilado a no más poder

me agobian... y todo exactamente sucedió hace un mes.


Lo que paso hace un mes:


— Hijo hoy viene tu primo pasará un tiempo con nosotros, tu tía estará ocupada así que no quiere que el este solo por ese tiempo. – dice mi padre.

— Oh si claro papá, no creo que tengamos problemas somos como hermanos crecimos prácticamente juntos. – bien eso es lo que espero de él.

— Bueno espero no me den problemas porque tengo cosas muy importantes que hacer y tu mamá no está en condiciones en estos momentos para que la estén molestando ¿Quedó claro? – dijo con una voz muy firme.

— Claro papá no te preocupes. – vaya sí que se escuchó amenazante.

— Ah, uno cosa más, Albert me dio la gustosa información de que sigues usan a las mujeres como se te da la gana, eso de estar con ellas una noche y dejarlas no es de un hombre, mucho menos de un caballero. Ellas no son juguetes ni objetos para que estes con ellas y cuando te aburras las deseches como si nada. – dijo disgustado.

— Papá ¿Qué tienen? sólo disfruto de mi adolescencia – me encojo en hombros mientras le muestro una pequeña sonrisa.

— Sí, pero esas no son maneras de pasarlas, creo que yo no te he dado ese ejemplo yo respeto y quiero mucho a tu madre, y mucho menos te dimos ese tipo de educación para que trates así a las mujeres. – declara molesto.

— Ya papá basta de sermones.

Estos no son sermones Thiago, debes de entender que algún día tú estarás en la posición en las que dejas a esas jóvenes – dios no quiero estar en ninguna de esas pociones se que estas penando en eso y no es algo que deba de causar gracia, hablo de que te vas a tener que enamorar algún día, y ahí entenderás que no siempre puedes jugar.

— Si papá claro. – siempre con sus tipos sermones.

— Perfecto, esta es tu última advertencia, de ser así tendré que tomar medidas más extremas, no puedo permitir esos comportamientos y más si vas a asumir la responsabilidad de una empresa muy importante.

— Okey, papá no más alborotos.

— Okey, hijo nos vemos en la cena, para esa hora supongo que tu primo ya debe de estar aquí en la casa.

— De acuerdo papá suerte.


Dios me quiere tomar el pelo diciendo que él no fue así, no me hagas reír papá estoy seguro de que fuiste más desastroso que yo a esta edad, bueno hay que prepararnos para la llegada del primo. Espero que esta visita este interesante no puedo esperar a que hare con él en cuanto llegue...

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