Para Artemisa el placer no es fácil de conseguir, no cualquiera es capaz de brindárselo, por eso cuando lo conoce siente la necesidad de tenerlo solo para ella. Grave error, es el prometido de su hermana, pero eso no será impedimento para ella pecar...
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"El deseo de pecar es la fantasía que realmente genera el placer."
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Una tarta de chocolate
Artemisa Morelli
La música instrumental es la melodía perfecta para poder preparar el delicioso pastel de chocolate que a mi madre tanto le gusta, siempre para su cumpleaños me gusta prepararlo, mi amor por la repostería es enorme, desde pequeña me gustan las cosas dulces, creo ser la única en esta casa que ama los dulces al igual que mi madre.
La tarta consiste en preparar una masa de chocolate amargo la cual está rellena de chocolate dulce, como decoración las palabras van en dulce de leche, entro la tarta en el horno, cierro el horno y me dedico a bailar y limpiar la cocina mientras esta se prepara.
— Huele delicioso.— Atenea entra a la cocina buscando el olor.
Mi humor se va a la mierda con solo verla, la odio, no puedo verla porque logra arrugarme las entrañas.
— Es por el chocolate.
Mis palabras salen sin ni una pizca de emoción, es como si ella fuera un vampiro y se chupara toda mi emoción y sentimiento.
— ¿Preparas tu famosa tarta de chocolate?— entra el dedo en el boul que contiene sobras de la mezcla de chocolate.
— Sí, es para mi madre, por motivos de su cumpleaños.
Me señala con el dedo que tiene sucio de chocolate.
— Alessandro fue por el regalo de Francesca, él pidió encargarse de eso.
Me volteo y le doy la espalda, ruedo los ojos con fastidio, en ningún momento le pregunté por el regalo o lo que sea.
— Es muy atento tu prometido.
— Deberías darte la oportunidad de conocerlo.— vuelve a entrar el mismo dedo que lamió a mi mezcla.
Si supiera que lo conozco bastante, sé hasta como sabe su semen, conozco todo de él.
— Creo que será luego, por ahora no tengo tiempo.— le arrebato el boul dejándola a medias.
Dejo el boul con la mezcla de chocolate en el lavabo, veo de reojo como hace un puchero por haberle quitado el chocolate.
— Siento que no quieres pasar tiempo con nosotros.
¡Hasta que por fin te das cuenta!
— Tiempo es lo que menos tengo en estos momentos.
El sonido del horno hace que olvide la conversación que tengo con Atenea, me acerco con los guantes puestos para no quemarme, saco la tarta de chocolate
