Para Artemisa el placer no es fácil de conseguir, no cualquiera es capaz de brindárselo, por eso cuando lo conoce siente la necesidad de tenerlo solo para ella. Grave error, es el prometido de su hermana, pero eso no será impedimento para ella pecar...
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Diferente
Artemisa Morelli
El sonido de los tacones de mi madre tocando las baldosas de mármol replican por toda mi habitación, el dolor de cabeza que tengo es enorme, anoche me fui de fiesta con una amiga, aproveché que mis padres se encontraban de viaje para poder hacerlo, no estaba de humor para escuchar los reproches de mi padre, deseaba tomar, pasarla bien y olvidar por un minuto de mi vida que soy la oveja negra de esta familia.
Escucho como la puerta de mi habitación toca de golpe la pared, ahora el sonido de los tacones, mi madre es más presente, continúa su andar y corre hacia un lado las largas cortinas que cubren la luz del sol, se detiene cerca de mi cama y coloca ambas manos en sus caderas.
- Debías pasar por nosotros al aeropuerto.- reprocha, por debajo de la sabana puedo ver su silueta, por su tono de voz luce enojada.
- Para eso está el chofer de mi padre, además nunca me enviaste un mensaje, ni nada.- me volteo dándole la espalda.- No soy adivina madre.- cierro los ojos para conciliar el sueño.
- Te escribí cientos de mensajes, pero como ibas a enterarte si estás más que resacada.- dice con exasperación, quita de golpe la enorme colcha que me cubre del frío.
El frío acaricia mi piel de golpe, los rayos de sol apuntan directo hacia mi cara causando que mi dolor de cabeza sea más intenso, frunzo el ceño por el dolor que siento en la cabeza. Mi madre, como siempre luce un impecable atuendo, un hermoso vestido color negro de seda, labios color carmesí y su hermoso cabello rubio ondulado, siempre se mantiene conservada.
- Lo siento, anoche salí a celebrar con unos amigos.- me levanto un poco quedando las almohadas a la altura de mi espalda.
- ¿Celebrar qué diablos Artemisa? Tu padre y yo nos fuimos por viajes de negocios, esperábamos encontrarte al frente de todo, te visualizaba desde lejos dando la cara por tu padre en la mafia.
Me rio en la cara de mi madre, sabemos que ella solo acompañó a mi padre porque realmente deseaba pasear y conocer nuevos lugares, ella nunca ha estado interesada por el trabajo, suele ser una mujer superficial en ocasiones.
- Mi padre fue por viajes de negocios, tú lo acompañaste para conocer nuevos lugares.- me levanto de la cama y tomo mis pantuflas para no tocar las frías baldosas.
- Necesito que cuando bajes a ver a tu padre no cargues esa resaca, no quiero más problemas con tu padre.- se detiene en frente de mi tocador y peina sus rizos con los dedos.
- No pienso fingir, que acepte la hija que le tocó.- entro al baño y tomo mi cepillo de dientes.
Mi madre se detiene en el umbral de la puerta del baño.
