23: Hipnotizado

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Parece que mamá se había tomado muy muy muy enserio lo que le dije

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Parece que mamá se había tomado muy muy muy enserio lo que le dije.

"Entonces vete"

Porque... Al día siguiente al despertar, ella no estaba.

Sus cosas tampoco...

Y lo más importante..

Mis hermanos tampoco.

Con mucho esfuerzo fui a la sala, me me encontré a papá leyendo una hoja de papel.

Le arrebaté la hoja, y decía lo siguiente:

Gracias por tu consejo, Hanako.

E decidido comenzar una nueva vida con mis hijos menores, por lo que e decidido irme de la casa para siempre.

Tadashi, fue un placer ser tu esposa (Perro/Esclava), e hija.. También fue un placer ser tu madre.

No me esperen, y tendrán que arreglárselas solos.

Suerte, y disfruten mucho su tiempo de padre e hija! <3

Mamá.

Maldita perra desgraciada.

Me había dejado con mi papá, se había ido con mis hermanos y nunca volvería.

Realmente no le importaba.

Y ahora...

Mi infierno se duplicaría.

Viviría sola con papá.

Salí de mi trance cuando el habló.

-Bien... Esa perra puede irse a donde sea. Su comida ni era tan buena. -Se sonrió.

-Pero ahora.. Estoy solo contigo... Completamente solo. Viviremos un lindo tiempo de calidad. -Me sonrió.

Esa sonrisa me dio escalofríos.

-Ve a hacerme el desayuno. Y apúrate. -Me empujó.

Estaba tan herida que solo eso me hizo chillar de dolor.

Maldito loco.

Ni siquiera podía cocinar.

¿acaso no recuerda que me rompió los dedos?

Hice huevo frito y pan.

No solía cocinar.

Ambos nos sentamos en la mesa, a comer.

Cuando iba a comenzar a comer, el me quitó el plato.

-Tu no debes comer, estás subiendo mucho de peso. No quiero una hija gorda.

Bajé la mirada.

Era un...

El comenzó a comerse mi plato y el suyo en mi cara.

Pero al segundo mordisco, lo escupió todo.

-¡El huevo tiene cascara! ¡Que maldito asco!

-Tu no eres el que tiene los dedos rotos. -Susurré.

Pero al parecer el me escuchó  ya que me dio una cachetada.

-Cállate, perra estúpida. 

Me levanté de la mesa, y me fui a mi habitación.

Con la cabeza en la almohada, comencé a gritar tanto como pude. Tan fuerte como pude.

Estaba harta..

Harta, harta, harta.

Giré mi cuerpo hacia un lado, y observé las tijeras frente a mi.

Eran tan tentadoras.

Una parte de mi decía: "Mátate, mátate Hanako"

Y otra parte decía: "No, no te mates, solo córtate el cabello"

Tomé la segunda opción.

No tenía el valor para hacer la primera.

Me observé en el espejo, y luego comencé a cortar.

Veía como la mayoría de mi cabello quedaba en el suelo.

Con las lagrimas descendiendo de mis mejillas, y mis ojos ardiendo de rabia y dolor, me miré.

Tenía el cabello hasta la mitad de el cuello, y extremadamente mal cortado.

Pero se sintió tan bien, que sonreí.

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あなたのために:Para ti, Keisuke Baji (Completa &lt;/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora