-Eres la razón por la que vivo, Keisuke...
Advertencias:
Narración en primera persona!
Suicidio, violencia, lenguaje inapropiado, violencia intrafamiliar, muerte, autolesión, temas sensibles en general...
las imágenes las saqué de Pinterest...
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Al día siguiente, papá me despertó a las 05:00 de la mañana.
-Despiértate perra. Tienes que prepararme el desayuno y arreglarte esa cara asquerosa.
Aquella cara era culpa de el.
–¡¿QUE CARAJOS TE HICISTE EN EL PELO?! ¡Pareces prostituta!
Aquel corte era culpa de el.
Decidí ignorarlo.
Hice algo rápido, y nuevamente no me dejó comer.
Tenía tanta hambre, que sentía que caería muerta al suelo en cualquier momento.
No comía hace casi un día entero.
Y me moría.
Me arreglé lo mejor que pude, y fui a la escuela.
Todas las heridas cubiertas por maquillaje, y toda una buena historia inventada.
Ese día, al salir antes de casa, Chifuyu y Baji no fueron conmigo.
Fui una de las primeras en llegar a la escuela.
Pasadas un par de horas, las clases comenzaron.
Como Chifuyu y Baji iban un año más abajo que yo, no me habían visto.
Sentía que moría.
El hambre, mezclado con el dolor...
Era algo simplemente horrible.
Al salir a recreo, me preparaba mentalmente para el interrogatorio.
Chifuyu y Keisuke iban caminando, y me vieron.
Los saludé, a ambos se les cayó la mandíbula y acercaron preocupados a mí.
-¡¿Que carajos te pasó?! ¡¿Quién te hizo eso?! ¡¿Y tu cabello?! ¡¿Lo cortaste?!
Ambos me miraban con furia y sorpresa en los ojos.
-Me caí por las escaleras del edificio... Me sostuve con los brazos y.. ¡Tadán! -Exclamé, enseñándoles mis dedos.-Con respecto al cabello, solo quería un cambio. Estaba harta del cabello largo.
Ambos fruncieron el ceño.
No era primera vez que me veían llegar golpeada a la escuela.
Pero decidieron creer en mí.
Todo iba bien, hasta que lo sentí.
Sentí como lo que no había comido, se me subía por la garganta.
Mierda.
Me cubrí la boca con ambas manos, y corrí al baño.
-¡Hanako!
Cuando me encerré en el cubículo, vomité.
Las chicas que estaban en el baño, se preocuparon al escuchar.
-Oye, ¿Te encuentras bien?
Yo hice un sonido de asentimiento, justo antes de volver a vomitar.
Cuando por fin salí del cubículo, me lavé la cara, y fui ayudada por las otras chicas.
Cuando salí del baño, Keisuke y Chifuyu estaban justo fuera de el lugar.
-¡¿QUE FUE ESO?! ¡¿Que pasó?! -El rubio y el pelinegro saltaron en cuanto salí.
Sentí que me mareaba, y perdí el equilibrio.
Fui sostenida por Keisuke.
-Oye, enserio ¿Que pasa? -El me observaba fijamente, con los ojos llenos de preocupación.
-Y-yo... N-necesito comer... -Susurré.
-Hanako.. ¿Hace cuanto que no comes nada? -Chifuyu me miró.
Negué con la cabeza.
Enserio sentía que moriría.
-Keisuke..No quiero morir.. ¡No me dejes morir! -Exclamé, ya llorando nuevamente.
"No quiero morir"
Era una mentira.
-Mierda Chifuyu, a la enfermería. -Lo último que recuerdo, es que Keisuke me cargó, mientras corríamos por los pasillos y todos los chicos a nuestro alrededor susurraban.
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