50: Vida..

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¡Atención! Este será el único capítulo narrado por otro personaje que no sea Hanako. Chifuyu Matsuno estará narrando durante todo este capítulo.

Me desperté un par de horas antes de que comenzara la pelea y me vestí con mi uniforme de ToMan

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Me desperté un par de horas antes de que comenzara la pelea y me vestí con mi uniforme de ToMan.

Caminé hasta la cocina, donde vi a Hanako sentándose en la mesa con unas tostadas, un café y aquella bolsa de dulces rosas que siempre llevaba a todos lados.

–¡Oh! ¡Buenos días Chifuyu! –Exclamó ella al verme.

–Buenos días, Hanako-san. –Le saludé.

Ella tomó entre sus dedos una de las tostadas y me la tendió.

–No sabía en que pensaba cuando me hice dos tostadas, no voy a comer tanto y terminaré vomitando todo. –Sonrió.

Dudoso, decidí tomar el trozo de pan. Probablemente no comería nada más en un buen rato.

–Te estaré esperando con vendas y demás. Sigo en contra de que pelees estando herido, pero no te detendré. 

Yo asentí.

–Si, muchas gracias, Hanako-san. –Le sonreí.

–No es nada Chifuyu. 

Comencé a dirigirme a la entrada de la casa, y escuché unas últimas palabras que me dirigió.

–¡Saluda a Keisuke de mi parte y cuídalo! ¡Si yo no estoy nadie puede detenerlo en sus estupideces! 

–¡Claro que sí! –Exclamé, antes de cerrar la puerta.

...

La pelea era un caos.

Estaba en medio de todo el bullicio, gritos y patadas.

Estaba buscando a Takemichi, un chico que había llegado a la pandilla hacía poco y era algo extraño. 

En algún punto de la pelea, Baji-san apareció y todo comenzó a cambiar.

Tenía que protegerlo.

Me interpuse entre el y su objetivo.

Tenía que protegerlo. Hanako me lo había pedido.

Por mi y por ella.

Por todos.

Tenía que protegerlo.

–¡Baji-san! ¡Hanako....

Pero de un solo golpe me derribó.

Escuchaba los gritos de Takemichi.

Me gritaba que había que protegerlo.

Pero estaba perdido en mis pensamientos.

Hanako-san me pidió que lo protegiera...

Ella me pidió eso.

Tenía que protegerlo.

Pero...

No podía golpearlo.

No podía.

La impotencia mezclada con los recuerdos borrosos en mi memoria me hicieron llorar.

–No...Es inútil.. Takemichi. Yo... No puedo golpear a Baji-san. –Dije casi sin fuerzas.

Takemichi se abalanzó sobre Baji-san y lo retuvo.

Aunque Baji-san lo haya golpeado.

No se dejó caer.

Al contrario.

Lo abrazó con más fuerza.

Pero en ese momento...

Kazutora apareció de la nada y apuñaló a Baji-san.

–Muere, Baji. –Fue lo que dijo, justo antes de que Takemichi lo empujara con todas sus fuerzas.

Baji-san se levantó y le dijo algo a Takemichi que no llegué a escuchar.

Me dirigí hasta Kazutora.

Comencé a gritarle y golpearlo pero el no reaccionaba.

...

Unos minutos después...

Todo se fue a la mierda.

Baji-san estaba entre mis brazos.

Tenía dos puñaladas y no había nada que hacer.

Yo negaba con la cabeza.

–Chifuyu...

–S-si...?

–Dile a Hanako que no se preocupe por mi. Díselo por mi. 

Asentí.

–Cuando lleguemos a casa... Los tres nos quedaremos leyendo mangas y hablando de estupideces, como siempre... Entonces ella nos regañará por hacer trampa en el juego que estemos jugando... Y comenzará a chillar como una niñita cuando no le hagamos caso. –Susurró sonriendo.

–Ella...¿Te lo pidió, verdad? Protegerme.

No hacía más que asentir.

–Dile a Hanako que fue mi culpa. Se enojará contigo si no le dices..

Mi vista se estaba anublando por las lagrimas.

–Será tu turno.. Chifuyu... Te toca vivir con Hanako... Te toca observarla hasta que termine su plato de comida.. Te toca protegerla de el imbécil de su padre que no la deja en paz... Te toca decirle "Tonta" ja ja... Te toca llevarla en tu moto hasta la casa cuando va a dar un paseo... Te toca fingir que no sabes que siempre lleva maquillaje en el rostro... Tantas veces que hizo eso... Te toca observar las estrellas con ella en la azotea hasta quedarte dormido junto a ella. –Los ojos de Baji estaban inundados en lágrimas. –Cuídala por mi.. Por favor...

Asentí otra vez.

–...Mataría por un poco de Yakisoba Peuyong...

–Iré a comprar enseguida.. –Susurré.

–..¿Lo vamos a compartir, no? 

Ese fue el detonante.

"¿Lo compartimos?"

"¿Lo compartimos?"

"¿Lo compartimos?"

"¿Lo compartimos?"

Asentí.

El sonrió.

–Gracias...Chifuyu.

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あなたのために:Para ti, Keisuke Baji (Completa </3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora