The FlagMast (RusMex)

Capítulo 2

Idioma original de los países: diálogos en ()

Idioma de las personas: diálogos en ''

(...)

— México!! —

Abrió rápidamente los ojos, logrando observar que a su lado estaba Brasil, extrañado.

— Dios, Brasil, que pasa? Me asustas —

— (Perdón, es que no despertabas, y te estuve hablando un rato y nada. Pero de todos modos vamos a llegar tarde si no te apuras) —

— Tarde? —

— (Son las 4) —

— No manches! —

Cómo si fuera un rayo se levantó para ir al baño, después de 5 minutos salió con ropa casual, pero le faltaban los zapatos y arreglar su cabello, no le había dado tiempo de acomodarlo.
De la mesita de noche que estaba al lado de la cama había un frasco de pastillas, las tomo, saco dos y se las paso tal cual dulces para después meterlas velozmente a su mochila. Brasil vio esto, no sabía que este tomaba medicamentos.
Agarró sus maletas y un par de tenis que estaban en la puerta y salieron. El vuelo parte a las 5:45 a.m., parece temprano, pero necesitan preparar algunos papeles en el aeropuerto y eso les quitaría bastante tiempo, así que deberían llegar lo más pronto posible.
El de pelo chino ayudo a cargar algunas cosas a México hacia la entrada del Palacio, ya que el realmente no tenía mucho, solo una mochila, porque la mayoría de sus pertenencias se encontraban en los edificios donde las potencias se hospedan, prácticamente era como su segunda vivienda.

En la puerta estaban todos los demás, también se habían levantado temprano para regresar a su territorio.

— Por qué no bajaba? —

Uno de los guardias que acompañaría a nuestros países cuestiono, mientras ayudo a subir las maletas en el auto que los llevaría al aeropuerto. Además, vio como este no llevaba los zapatos puestos.

— Disculpe, me quedé dormido —

— Cuándo no? —

Perú comento de forma burlona, porque se sabe que México no duerme mucho, y cuando lo hace, lo hace pero bastante. Una de las razones por la cual siempre se levanta tarde.
Rieron un poco ante este comentario.

— Vaya, mira quién dice —

Al terminar de colocar todo en el auto, empezaron a abrazar al mexicano, deseándole buena suerte. Claro que tampoco se olvidaron de Brasil.

— Te vamos a extrañar mucho, enserio —

— Tranquilo Guatemala, voy a estar bien, ya sabes cómo soy, además que un día de estos los visitaré —

Ellos dos fueron los últimos en despedirse, su abrazo fue muy sincero. Se conocen desde hace muchos años. Puede decirse que estos también son familia, pero más cómo un padre y una hija.

— Ya, suficiente, si no me van a hacer llorar y no quiero —

— Cierto, antes de que te vayas te quería dar algo —