Capítulo 29

126 24 4
                                    

Por obvias razones su cabeza le dolía al levantarse. La dificultad de abrir sus ojos era grande pero no imposible, y cuando pudo ver todo a su alrededor, algo estaba a su lado.

—  (México... México?) —

La cabeza del país estaba apoyada en la cama sobre sus manos, y los gritos de Rusia lo levantaron con estrepito que tuvo que parpadear varias veces para entender que pasaba. Había dormido en el suelo el pobre.

—  Rusia, todo bien? —

— (Q-que haces aquí?) —

México pensó un momento y luego rio. Se levanto y se sacudió.

No recuerdas nada? JAJAJA —

Rusia estaba confundido de lo que decía. Empezó a revisar sus ropas y supo que ayer había salido a la ciudad a tomar con su amigo.

Fue una historia interesante la verdad —

— (Que fue lo que paso? No hice nada malo? No hicimos nada... verdad?) —

Epa! No! tranquilo. Digamos que llegaste tomado, te encontré y te traje a tu habitación —

Le dijo mientras se rascaba la mejilla. Rusia noto que había unas manchas en el pantalón del mexicano.

— (Que es eso?) —

Ehhh, de hecho... —

México imito las arqueadas de alguien que estuviera a punto de vomitar. Señalo las manchas.

— (Vomite?! Y encima tuyo?!) —

Así es —

Rusia empezó a ponerse rojo como un tomate de tanta vergüenza que sentía en ese momento. Con una mano intento taparse la cara.

Calmado, no es para avergonzarse. Pero a decirte que los dos necesitamos una ducha urgente 

El olor de la habitación no era agradable y no se había dado cuenta. De un salto salió de la cama y se dirigió a México para agarrar sus hombros y llevarlo a la puerta.

— (Me voy a duchar, te veo en la cafetería en una hora?) —

 — Claro? —

Cerro la puerta después de haber recibido la respuesta, pero noto que antes había una sonrisa en el país alto.

(...)

México busco con la mirada a su compañero sobre las mesas que ahora habían sido decoradas con manteles amarillos. En una estaban Canadá y Ucrania con una vibra de seriedad. Rusia estaba junto a China en tres mesas mas alejadas. China hacia señales que parecían burlescas. Se acerco.

Hola, llegue —

— (Llego tu príncipe azul ruso) —

— (Cállate, no hubiera pasado nada si no íbamos a la cantina y eso fue gracias a ti) —

— (Gracias a mi? Tu eres el alcohólico compulsivo) —

The FlagMast (RusMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora