Capítulo 20

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Al bajar del vehículo, vio todo lo que había a su alrededor. Los árboles cubiertos de nieve blanca, la casa y la sirvienta parada en la entrada esperando a recibirlos. Los guardaespaldas de Rusia bajaron las maletas del americano.

— Что-то случилось? (Te pasa algo?) —

Pregunto al notar que no se movía.

Se ve diferente —

Señaló la casa.

— Я попросил эту часть снести. То, что оно было таким большим, меня ошеломило. Мы входим? (Pedí que demolieron una parte. Que fuera tan grande me abrumaba. Entramos?) —

México asintió y lo siguió por detrás. Rusia se quitó su ushanka y su bufanda al entrar.

— Добро пожаловать (Bienvenidos) —

— Здравствуйте Вероника. Он из Мексики, он собирается остаться на эти каникулы (Hola Veronika. El es México, se va a quedar estas vacaciones) —

Veronika tomó sus cosas e hizo una ligera reverencia hacia el mexicano. No sabía inglés y mucho menos español, por lo que no sabía cómo saludarlo.

— Привет, это приятно (Hola, un gusto) —

Dijo México. Los dos lo miraron.

— Он знает русский язык, какая радость! (Sabe ruso, qué alegría!) —

La sirvienta sonrió y le indicó que le diera su abrigo. Se lo quito. Adentro estaba caliente por la chimenea, aunque olía a cartón quemado.

— Ты говоришь по-русски? (Hablas ruso?) —

Pregunto Rusia.

Tu me enseñaste. Aunque estoy algo oxidado —

La verdad es que el eslavo no recuerda aquello, pero por el momento le seguirá su juego. Aun no confiaba en aquella historia extraña.

— Пожалуйста, войдите. Наташа приготовила шоколад, который вам больше всего нравится, сэр. (Por favor, pasen. Natasha preparó chocolate del que más le gusta señor) —

Los dos países siguieron a la sirvienta hasta la cocina. El aroma del lugar era delicioso. Natasha estaba sirviendo en una taza chocolate caliente.

— Привет Наташа (Hola Natasha) —

— Привет, господин Рос- (Hola señor Ru-) —

Cuando vio a México, se quedó sin habla.

— Наташа? (Natasha?) —

— Я забыл, что у нас гость (Había olvidado que teníamos visita) —

Saco otra taza de la alacena superior para servir más. Se sentaron en el comedor de madera y la sirvienta anciana colocó las bebidas en sus lugares. Rusia sopló y dio un largo sorbo mientras México lo veía aún sin tocar la taza.

The FlagMast (RusMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora