Глава 21

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REALMENTE...?

Estaba en su recámara, resolviendo unos pendientes. Era la parte de la casa más decorada, con fotografías y figuras de porcelana. La ventana se encontraba un poco abierta pero con la cortina cerrada. Entraba una brisa fresca. Tocaron su puerta tres veces llamando su atención.

— (Pase) —

Veronika abrió la puerta de madera café.

— (Perdón por la interrupción, pero quería preguntar sobre la cena de mañana) —

— (Cierto, mañana es 7 de enero. Hagan lo de cada año) —

— (Va a invitar al señor México?) —

Pensó aquella pregunta. Luego asintió. El mexicano ya tenía una semana en su casa.

— (Claro, porque no) —

Veronika sonrió y salió. En su territorio, en esa fecha se celebra la navidad ortodoxa. Para el no es tan relevante, pero para los humanos es importante.
Se levantó y saco de su armario un abrigo. Bajo y al llegar al último escalón escucho voces que provenían del patio. Fue a investigar y ahí estaban Natasha y México hablando cerca del árbol. Se acercó.

— (Era encantadora, muy amable y bella) —

El mexicano hablaba de alguien.

— (Siempre decían eso. Hubiera querido conocerla) —

La anciana tenía una expresión algo boba. México vio que se acercaba el ruso, entonces lo saludo con su mano.

— (Que están haciendo?) —

— (Señor Rusia. Solo hablábamos) —

Rusia los miro.

— (Veronika quiere planear la cena para mañana, creo que sería bueno que prepararán ensalada) —

— (Que bien!) —

La sirviente casi brincaba de la emoción.

— (Te gustaría asistir, México?) —

— (Asistir?) —

— (Mañana se celebra navidad en mi territorio. Te estoy invitando a cenar) —

México miro a Natasha que tenía una alegría en sus ojos. Rusia, solo una cara sería.

— (Con gusto) —

La sirvienta enlazo sus manos, satisfecha.

— (Bien, ahora necesito salir. Vuelvo después) —

El eslavo se dirigió a la puerta y salió. Las pisadas de sus zapatos se veían con claridad en la nieve. Eran toscas.

(...)

Regreso con bolsas de verduras y una que otra fruta. También había comprado caramelos. Siempre le han gustado, para endulzar su boca cuando la siente amargosa gracias a su presidente o las exigencias de ONU.
Se dirigió a la cocina y coloco todo en el frigorífico. Curiosamente, Veronika no se encontraba. Ella siempre se la vivía en ese sitio, preparando postres o lavando loza.

The FlagMast (RusMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora