The Abyss | Creek

El resto de la historia - Parte II

ADVERTENCIA: Lo siguiente que van a leer toca explícitamente temas de abuso sexual entre menores por lo que si eres una persona sensible a este tipo de temas te recomiendo no leer lo que estará en letra inclinada.

...

HOJA 1 (La que se entregó a la policía)

Mami, lo siento.

Siento tanto que tu hijo haya salido homosexual, juro que nunca quise que me gustaran los chicos, pero aunque durante estos últimos dos meses le he pedido tanto a Dios que me permita dejar de sentirme así no puedo, tu misma has visto como mis piernas están lastimadas de tanto arrodillarme frente a él, sabes que intenté alejarme de internet todo este tiempo para no tener la tentación de ver porno, pero entre más lo pienso, más de doy cuenta que es imposible dejar de sentirme así y eso me da mucho miedo justo ahora, porque no quiero quemarme en el infierno por toda la eternidad.

Pero estoy casi seguro de que si Dios es tan bueno como me lo has contado desde niño, que es tan benevolente y omnipresente como lo dice el cura de la iglesia, ese Dios me dejará quedarme un tiempo en el purgatorio porque él ha visto lo que me han hecho y sabe que lo único que he hecho hasta ahora es luchar.

Aunque ese es el problema, mamá, que ya me cansé de luchar.

Yo quise mucho a una persona, cometí el grave error de enamorarme de mi mejor amigo y eso solo me ha llevado a un año de dolor donde esa persona me ha lastimado repetidamente, todos los días de mi vida.

Cuando se lo confesé, fue la primera y única vez que me pegó directamente, supongo que esa me la merecía porque seguramente fue un shock para él saber que alguien que consideraba su hermano fuera un repugnante gay. Pero a partir de ahí mi vida se volvió una rutina de sufrimiento absoluto donde todos los días tenía algo hiriente que decirme, luego fueron las caídas sin querer, después escaló a dejarme encerrado en algún sitio o dañar mi ropa extra... hasta que por último fueron los excrementos, la sangre de cerdo y los animales muertos en todos lados.

Solo sé que después de tanto, estoy realmente cansado de vivir.

HOJA 2 (Las que nunca se entregaron)

Pero esa historia ya te la sabes, te la conté aquella noche que simplemente no pude más con el terror en mi corazón y te pedí a gritos que me sacaras de aquí. Durante ese tiempo mientras íbamos a ver la nueva escuela, hablar con la psicóloga de ahí, entablar nuevas conversaciones con gente a la que parecía agradarle... fui la persona más feliz del planeta. Sentí que volvía a respirar.

Sin embargo... mamá, las cosas han cambiado ahora. Lo que me pasó me hace darme cuenta de que de verdad ya no siento ganas de seguir aquí.

Todo comenzó un día cuando decidí esconderme en el baño para que Craig ni los otros chicos que me molestaban me vieran. Estaba sentado en un inodoro con mi almuerzo cuando él llegó, al principio parecía bueno, nunca fue directamente malo conmigo como el resto de sus amigos por lo que bajé la guardia unos segundos.

Cuando menos me di cuenta me había tomado del cabello y se había bajado los pantalones pidiéndome que se lo chupara, intenté huir, pero había cerrado la puerta con llave y por más que grité nadie apareció. Me dijo lo poco que valía, me abofeteó tanto que sentí mis mejillas reventar. Me pellizcó en mis testículos sin soltarlos hasta que hiciera lo que él me pedía y como era mucho más grande que yo no pude hacer nada para defenderme.

Me sentí tan sucio ese día, llegué a casa y me cepillé los dientes siete veces hasta que mis encías sangraban, pero el sabor no se iba, creo que nunca lo hizo.