Capitulo 36

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Samuel: -¿Quieres casarte con....-suspiró-... con cualquiera menos yo, no puedo hacer esto. Lo siento, madre, no puedo- se retiró.

No sé que se abrió más si mi boca o mis ojos, lugo pensé en ¡Rebeka! Me volteé para hacerle señales a Lu de que no le diera la señal a Rebeka, pero me entendió mal e inmediatamente le dio la señal todas las luces se apagaron y salieron luces de disco, todos se sorprendieron. Era cuestión de segundos y los nudistas ya estaban completamente desnudos bailando sobre las mesas, la música comenzó a sonar fuestísima y todos gritaban. Llegó Mencia con unas cajas, las balanceó para tirarlas al piso.

Carla: -¡Mencia no! Era demasiado tarde todo el polvo estaba regado en el piso, se acercó Rebeka con una manguera y roció de agua todo el lugar y la espuma comenzó a brotar.

Lucrecia: -¡Fiesta! Se comenzó a esparcir toda la espuma y el alcohol, aquello era un desastre, la perdición en directo. Era mejor de lo que esperaba... igual ya estaba en problemas así que, ¡A disfrutar! Todos comenzaron a correr e intentar salir pero las puertas estaban bloqueadas.

Pilar: -¿Que es todo esto? ¡Samuel, Samuel!

Marina: -Esto debe ser obra de la idiota de Carla.

Carla: -No te deprimas, Marina. Te trajimos un regalito, Mencia.

Mencia: -Aqui tienes-le lanzamos una caja llena de pepinos.

Rebeka: -Bueno, vamos a disfrutar de la fiesta. Todas comenzaron a tomar, a bailar. Las internas se emborrachaban y manoseaban a los nudistas. Polo se me acercó.

Polo: -¿Vamos a un lugar más privado?

Carla: -Si quieres que te parta en cuadritos las minibolas que tienes, si- me fui a buscar a Samuel.

Él venía caminando de regreso.

Samuel: -¿Qué pasó aquí?

Carla: -¿Por qué no le propusiste matrimonio?

Samuel: -No es momento para hablar de eso ¡Que es esto!

Carla: -Una fiesta.

Samuel: -¿Como te atreves a hacer esto? ¡Mi madre está aquí!

Carla: -Si, la dejé con un par de nudistas.

Samuel: -Eres un desastre total- se fue. Me fui molesta a mi habitación, estaba sola pero la música se escuchaba por todos los rincones del internado. Se escuchaban gritos, carcajadas, vidrios rotos, golpes y de todo abajo. Yo me senté en la cama y saqué mi teléfono para jugar cualquier tonto juego que tuviera el celular. A los minutos subió Lu.

Lucrecia: -¿Qué haces aquí? Allá abajo es una locura total, los viejitos estan tomando y gozando, llegaron nudistas mujeres.

Carla: -Ya no me importa lo que pase allá abajo.

Lucrecia: -Así veo, sino estuvieras abajo emborrachándote.

Carla: -Samuel no le propuso matrimonio a Marina.

Lucrecia: -¿Qué?

Carla: -Le dijo que se casara con alguien más, te hice señales para que abortaras el plan pero más bien le diste la señal a Rebeka.

Lucrecia: -¡Lo siento!

Carla: -Está bien, la gente lo está disfrutando- reímos.

Lucrecia: -Mira te traje esto- sacó una botella de vodka- sé que es tu favorito.

Carla: -Sí-lo abrí y me empiné la botella. Comenzamos a embriagarnos, reirnos por locuras y hablar tonterías hasta que la música se detuvo.

Carla: -¿Qué pasó?

niña mal [carmuel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora