niña mal [carmuel]

Capitulo 10

Profesora: -Escojan una pareja, haremos un ejercicio de conversación.. ¿Marina?

Marina: -Carla

Carla: -¿Yo qué?

Profesora: -Carla siéntate frente a Marina.

Carla: -¿Es enserio?

Profesora: -Nunca bromeo.

Carla: -Como sea.

Me senté frente a Marina, ella me miraba con envidia.

Profesora: -Ahora, van a elegir un tema y hablar sobre él, mantendrán una conversación de dos minutos.

Carla: -¿Cualquier tema?

Profesora: -No puede ser de sexo, política ni religión.

Marina: -¿Puede ser de una persona?

Profesora: -Si, Marina. Si puede ser de una persona.

Carla: -Si dices Samuel serás patética.

Marina: -¿Por qué? ¿Te da miedo lo que pueda decir?

Carla: -Maestra necesitaremos un pañuelo para Marina, ya está comenzando a babearse.

Preofesora: -¿Por qué?

Marina: -No es cierto, profesora.

Profesora: -Bueno, Carla, Marina... son las primeras. Pasen al frente y comiencen su diálogo.

Carla: -No se me vayan a caer del asiento niñas, y si ven baba cayendo por la boca de Marina cubran sus caras.

Todas rieron, incluso la profesora. Esto iba a estar muy bueno, Marina no me conocía, ella pensaba que iba a poder defenderse por haber sido la novia de Samuel. Tenía un plan, no iba a hablar de Samuel, quería que ella se mirara desesperada, así que mientras ella trataba de acabarme hablando de Samuel yo le daría a su cochino ego, así ella se mirara la ardida mientras que a mí solo me resbalaría todo.

Marina: -Samuel fue mi novio.

Carla: -¿Eso te repites al espejo cada mañana?- todas rieron.

Marina: -Lo he besado muchas veces.

Carla: -No deberías babear, por ahí se te puede salir alguna gota de la de él- parecía comedia, todas reían cada vez que yo decía algo.

Marina: -Volverá conmigo cuando salga de aquí.

Carla: -Ahhh, mientras les das usos inadecuados a las verduras- si, más risas.

Marina: -¡Profesora! Dijo que nada de sexo.

Carla: -Marina pero que mente tienes, que va de verduras a sexo... ella fue la que acaba de decir al palabra.

Profesora: -En eso tiene razón, Marina. Tú fuiste la que desviaste la conversación.

Marina: -Ama que acaricien sus rulos.

Carla: -A eso se debe la colección de caspa que tienes bajo la cama- más y más risas.

Marina: -¿Te gusta Samuel?

Carla: -No más que yo a él- todas abrieron sus bocas.

Marina: -¿Cómo estás tan segura? ¿Pasó algo entre tú y él en Las Vegas?

Ya se había dado cuenta de lo que trataba de hacer, así que buscaba la manera de obligarme a parecer yo la desesperada. Pobrecita... con razón es pelirroja, su cabeza no sabe ni producir color en el cabello.

Carla: -Sólo sé que es mejor que las verduras... digo, para que te des una idea- alcé una de mis cejas.

Marina: -Me rehuso a seguir hablando con ella.