Epílogo

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Es sorprendente que cinco personas con una misma cosa en común pasen por la misma calle.

Bokuto y Akaashi caminan viendo vitrinas tomados de la mano, hablando de que el último partido que jugó el mayor fue increíble y que Akaashi se siente nervioso por el próximo que viene. Actúan como la pareja normal que son, ya que sí, al fin, después de tanto tiempo, son novios.

Akaashi perdió la paciencia por esperar tanto que el mayor le pidiera ser su novio, así que, una mañana desayunando en el departamento del chico, le pregunto directamente si quería serlo.

—¿Quieres ser mi novio, Kotaro?

El chico casi se muere por eso pregunta. Tanto que saltó en su lugar y se atragantó.

—¿Qué? —Jadea, bebiendo de su jugo—. ¡Akaashi, se supone que yo tenía que pedirte que fueras mi novio!

—Lo sé pero me cansé de esperar —Lo mira avergonzado—. Y si quieres después me lo pides tú, pero ahora necesito una respuesta. ¿Sí o no?

—¡S-sí! —Sigue tosiendo. Akaashi ríe—. ¡Obvio que sí, ¿qué clase de preguntas son esas?!

—Era para asegurarme.

Bokuto, una semana después, le pidió ser su novio. No quería que su propuesta (Que venía planeando de hace tiempo) quedara en la nada, así que sorprendió a Akaashi con un tatuaje diseñado, el cuál le preguntaba lo tan ansiado. Se sintió original y se ganó un beso por parte del pelinegro.

Pero volviendo al presente, mientras que ellos comienzan a caminar, alguien pasa corriendo a su lado. Lo hace por su vida, sintiendo sus pulmones convulsionar porque desde tres cuadras atrás viene así.

Ese es Hinata Shoyo y está corriendo directamente al estadio donde su novio, Kageyama Tobio, va a jugar.

Y el idiota está llegando tarde por no aceptar que el pelinegro lo llevara.

Ellos siguen siendo la pareja de siempre, con esa relación poco común. Se sienten enemigos algunos días, pero terminan siendo el dúo de enamorados que son.

Aunque hoy tuvieron una discusión. Todo fue porque Hinata quería darle una oportunidad a los padres de Kageyama, quien no quiere que vayan a verlo.

—¿¡Por qué los invitaste!?

Preguntó molesto en la cocina de su departamento.

Sí, porque ahora viven juntos.

Ni ellos saben cómo pasó.

Golpeó el cuchillo contra la tabla y lo observó.

—¡Solo dales una oportunidad! ¡Ellos quieren apoyarte!

—¡Yo no quiero que me apoyen! ¡Me caen mal!

—¡Tobio, no seas así!

—¡Tú no seas así! ¡No te metas en mi vida!

—¡Tú también te metes en mi vida y no te digo nada!

—¡Pero no invito a gente que te cae mal a tus partidos!

Luego hubo un silencio muy grande y largo en la casa. Y los dos estaban molestos con el otro, sin embargo seguían siendo novios. Y se enojaban más por eso.

Por eso, cuando Hinata intentaba bajar un recipiente de las encimeras, Kageyama se acercaba y lo bajaba por él. Pero no habían ni gracias ni «de nada». O como cuando iban a comer, Hinata pensó en no servirle la pasta que había preparado, pero también se sentiría mal así que, en silencio y con un rostro serio, le sirvió y comió sin mirarlo.

Yo y mis estúpidas decisiones | Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora