La vida de Kuroo Tetsuro fue normal hasta que aceptó un reto que envolvía con él, a Kenma Kozume.
—Siempre anda encorvado.
—¡Y con el teléfono! —exclamó—. ¡El idiota va a quedar ciego de tanto usarlo!
Sus ojos van y vienen de sus amigos. El receso en la cafetería se basa en ellos sentados en una mesa, hablando mal de todos los que no les cuadran por completo. Y Kenma Kozume, el chico de segundo año con una extraña personalidad, no se salva del grupo de idiotas, los amigos de Kuroo.
Si tiene que ser sincero, no le interesa meterse en charlas tan despectivas como esas. Le parece un poco asquerosa la manera en la hablan de la gente sin vergüenza alguna, siendo violentos y sonando como unos grandísimos idiotas al burlarse de todos. Kuroo ni siquiera entiende por qué sigue siendo amigos de chicos como esos pero tampoco le importa tanto. Solo está con ellos ahora porque no le gusta quedarse solo.
—Me cae tan mal...
Murmuró el tercero. Reciben tres nombres distintos: Keitaro, Dai y Tao. Son del otro tercer año y eso los convierte en unos idiotas. Aunque la mesa ahí no termina, porque a parte de él —Kuroo Tetsuro—, está Yaku Morisuke y Kai Nobuyuki. Ninguno de los tres hablan y dos de ellos se concentran en la comida.
—A parte está sentado ahí solo. ¿Tendrá algún retraso o algo?
—Probablemente. ¡Autismo!
Kuroo no puede más.
Se levanta de la mesa y se va. Si le preguntan, se excusará con el baño. Por suerte nadie lo hace y él puede salir tranquilo de la cafetería, asqueado con tantos comentarios de mierda. Él es distinto a ellos, no piensa mal de alguien que se sienta solo o siempre le presta atención a su teléfono. No es un idiota como sus amigos.
Por suerte el día pasa rápido. Kuroo, saliendo de la escuela, puede volver a respirar tranquilo. No tendrá que seguir soportando los comentarios de Keitaro, Tao y Dai. Esta vez no tiene a su lado a Yaku y a Kai, porque estos se han ido por otro lado. De todos modos, fue raro que hoy estuvieran con ellos; usualmente el dúo no se junta con los cuatro debido a la gran diferencia de pensamientos.
—Oh mirá, allí está...
—¡Oye, tú, rarito!
Kuroo alza la mirada cuando escucha los gritos de sus amigos. Puede notar al desconocido Kenma Kozume caminar frente a ellos, ignorándolos olímpicamente. A diferencia de los cuatro, Kenma es bajo y delgado, con su cabello un poco largo y tenido, tapando su rostro. Es lindo, piensa. Le llama la atención la gente que tiene pelo largo, pero especialmente los chicos. No es muy normal ver a alguno así.
—¡Levanta la vista de tu teléfono por una vez en tu vida, antisocial!
—¡Eso, que te vas a quedar ciego!
—¡Idiota!
Ríen pensando que molestaron a Kenma, pero este sigue caminando. Kuroo sonríe levemente, es genial ver como al chico no le importa ni en lo más mínimo las idioteces que dicen el trío de imbéciles.
Pero solo eso pasa. No hay otra «interacción» con el desconocido Kenma Kozume y a Kuroo le da igual, porque no es una persona que realmente le interese y no va a pensar en él cuando está sentado en el sofá de la casa de Keitaro, con Yaku a su lado y Kai, Tao y Dai frente a ellos. Hay olor a alcohol y cigarrillos, los cuales son fumados por Yaku, Dai y Keitaro. A él le parece estúpido que fumen, más cuando están en el equipo, pero no le hacen caso y después de todo, es su vida.
Un vaso de plástico con cerveza adentro enfría su mano. Kuroo bebe lentamente, perdido en sus pensamientos y escuchando las estupideces de su grupo. Dai ríe de alguna idiotez que dice Tao y Kai replica, haciendo reír a Keitaro. Es extraño, la situación no tiene sentido. Si se llevan mal entre ellos, ¿por qué todavía siguen juntándose...? De todos modos, no le importa mucho. A Kuroo no le importa nadie de ese salón que no sean Yaku y Kai, pero no sabe si esto es recíproco.
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Yo y mis estúpidas decisiones | Haikyuu!!
FanfictionNo hay relación. Son cinco personas desconocidas, que viven lejos la una de la otra, pero con una sola cosa en común: Todos tomaron una mala decisión cuando conocieron a los amores de sus vidas. Akaashi dejó su local solo y le robaron. Iwaizumi dejó...