Pasó un mes desde que Frederick se enfermó.
Todo está bien. De hecho está perfecto. Haciendo exámenes y todo eso, me va genial. Saqué un excelente en un examen y ahora mismo estoy celebrando con mis amigos y mi novio. Lucas vino para festejar un simple exámen pero bueno.
-¡Por el excelente de Bily!.- Gritó Benty alzando una cerveza.
Me empezó a llamar Bily no hace mucho. Se acordó que me llamaba Abigail y pues, ajá.
-¡Salud!.- Contestaron todos excepto dos.
Déjame adivino. Max y Frederick.
Exacto.
Se la pasaban genial.....hasta que llegó Bentley.
Llegó y ellos dos no sonreían, se limitaban a tomar, aunque ninguno cerveza.
Pues los dejé ser, yo me la pasaba genial, no me arruinarían mi buen humor.
-¡Salud!.- Dije yo.
Bentley me pasó un brazo por mis hombros y me dió un beso en la frente.
-Estoy muy orgulloso de ti.- Me dijo.
-Todos lo estamos.- Dijo Frederick de mala gana.- No eres el único, no te preocupes.
-¡Claro que todos!.- Dijo Bentley.
Creo que era el único que no se daba cuenta que el ambiente se había puesto tenso.
-Yo me voy.- Dijo Frederick parándose.- Pásenla bien.
Esto último dijo mirándome. Y no una mirada muy bonita que digamos.
-James, no seas amargado. La estamos pasando bien.- Dijo Lucas.
-Ustedes la están pasando bien.
-Bueno, pues tu humor puede mejorar.- Contestó Lucas.- Ven, siéntate.
Frederick no hizo caso y me miraba con una cerca enarcada. Cómo diciendo: ¿Por qué no te quitas ese brazo?
Enseguida me alejé de Bentley y fui con Frederick.
-Ahorita venimos.- Dije.
Salimos y nos alejamos lo más que pudimos del bar.
El aire fresco me pegó en la cara y respiré hondo.
-¿Te pasa algo?.- Pregunté.
-No.
Muy seco.
-Claro.- Dejé un silencio.- ¿Seguro que...?
-Estoy bien, Hannah.
Oh no, no estaba bien.
-No estás bien.
-¿Cómo estás tan segura?
-Porque... Porque... No lo sé.
-Pues estoy bien.
-No lo estás.
-Sí, lo estoy. Ahora vete a disfrutar de tu reunión, yo me tengo que ir. Chao, te amo.
Aún enojado, te dice que te ama. No lo vayas a perder.
-Yo también. ¿De verdad te tienes que ir?
-Sí, tengo que ordenar unos papeles.
-Oh...bueno.
No pude evitar mi cara de desagrado y tristeza.
-Perdón.- Dijo acariciándome la mejilla.- Lamento irme, mañana vamos a dónde tú quieras. ¿Sí?
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Cuando se Marchiten las Flores
RomanceHannah Miller ha estado enamorada de Frederick James desde la secundaria. Nunca había interactuado tanto con él, hasta que inicia la Universidad. Hannah empezó a relacionarse con Frederick, y empiezan a conocerse, tanto, que ahora es adicta a su amo...